María Santísima de la Estrella estuvo expuesta en besamanos durante el pasado fin de semana en su capilla de la calle San Jacinto. Para ello, la dolorosa trianera fue situada en el presbiterio, sobre una peana de plata y vestida con su manto procesional y la saya de Luis Miguel Garduño estrenada en su besamanos de 2012.
Lucía la corona de salida, un fajín militar de color rojo con borlones dorados y tres entorchados, un puñal, los tres broches con forma de estrella tan característicos de su ajuar, un alfiler con su advocación y la réplica de la Medalla de la Ciudad. En el fajín llevaba también un camafeo con el rostro del Cristo de la Expiración, el Cachorro. La mano derecha era la que daba a besar a los fieles, mientras que en la izquierda sujetaba un rosario y un pañuelo.
Dos candelabros plateados con seis velas blancas cada uno flanqueaban a la Virgen de la Estrella. Estaban colocados sobre sendos pies de madera dorada, al igual que los centros florales de color blanco situados más atrás, en los extremos del altar del besamanos.
Al fondo, el retablo principal de la capilla tenía ante sí un cortinaje de terciopelo rojo abierto para dejar ver la parte delantera del paso de palio, con la caída frontal, dos varales, varias jarritas, la peana, algunos candeleros con cera blanca y el frontal de los respiraderos y de los faldones. En los laterales había más candeleros, mientras que delante, sobre pequeños pies de madera dorada, había dos jarras del paso de palio con diversas flores blancas.
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