lunes, 28 de mayo de 2018
LA PASTORA DE SAN ANTONIO PRESENTÓ IMPORTANTES ESTRENOS EN SU SALIDA
Pocas cofradías de gloria acumulan tantos estrenos en una salida procesional como lo hizo este sábado la Hermandad de la Divina Pastora de San Antonio. Fue novedad el manto azul bordado por las hermanas de la corporación, que se han dedicado a ello durante los últimos seis años; también la presencia junto a la Virgen del borrego de Benito Hita y Castillo que no salía desde hacía treinta años; al martillo estuvieron como capataces los Ariza; detrás del paso, la Banda Municipal de Música de Gerena; y como quinta novedad, el itinerario, que presentó algunas novedades respecto a los últimos años.
Con tal cantidad de novedades, la Pastora de San Antonio se había puesto en camino desde el antiguo convento franciscano a las ocho menos cuarto de la tarde. No pasó por la calle Cristo del Buen Fin, como el año pasado, sino que directamente tomó la calle San Vicente hacia Guadalquivir rumbo a la Parroquia de San Lorenzo tras discurrir ante el Colegio de las Salesianas, el de las Mercedarias, el Convento de María Reparadora y el de Santa Ana. Y tras salir de San Lorenzo, se marchó por Cardenal Spínola, Baños y Martínez Montañés, con la novedad de recorrer esta última calle al completo, para salir a Teodosio desde la calle Juan Rabadán.
Y todo ello, con un cortejo formado por cruz alzada entre ciriales, libro de reglas, la representación de la Hermandad del Buen Fin, que estuvo hasta el final, el propio estandarte de la Pastora de San Antonio, la presidencia y los acólitos.
Quizá fuera el cambio de itinerario o el de capataces, pero lo cierto es que el paso discurrió a un ritmo bastante acelerado en su camino de vuelta a San Antonio. De hecho, ya en la calle Teodosio, de la que este año se ha recorrido un solo tramo en la vuelta, un hermano indicaba que quedaba todavía una hora para llegar al templo, según el horario oficial. Una hora para apenas tres calles.
Pero antes de ese punto, completando la calle Martínez Montañés, la Divina Pastora alcanzó Juan Rabadán a los sones de "Y en Triana, la O". Venía el paso exquisitamente adornado con flores de muy variadas especies y tonalidades, salpicadas por algunas mariposas también de distintos colores. La Pastora combinaba su nuevo manto bordado con una saya blanca de tisú bordada en oro y sedas. No faltaron el sombrero con flores, la aureola de estrellas y el cayado en su mano izquierda, en la que sujetaba también algunas astromelias de color rosa.
Desde Juan Rabadán, el paso giró a Teodosio con la marcha "Macarena", de Emilio Cebrián, aunque fue interrumpida cuando se detuvo junto al bar del número 56 de la calle, desde el que entregaron unas flores para la Pastora. A continuación, siguió con "Virgen de Montserrat" y giró con ella a Marqués de la Mina. El paso se volvió a parar antes de que se completara la partitura y la banda la volvió a interrumpir.
Tras parar en el inicio de Marqués de la Mina, la Divina Pastora continuó hacia la Plaza de San Antonio de Padua mientras la Banda de Gerena tocaba "Coronación", que una vez más no se completó cuando el paso volvió a pararse. Tercera marcha consecutiva interrumpida...
En el tramo final de la procesión, la Pastora realizó un lento giro a la calle San Vicente con "Pasan los campanilleros" y, tras una parada, siguió hasta la misma puerta de su casa con "Como tú ninguna". Aquí mismo, Rafael Ariza dedicó una levantá al pregonero de las Glorias 2018, Juan Manuel Labrador, que acudió a la entrada de la Divina Pastora tras haber estado junto al resto de hermandades de gloria que salieron el sábado. Él mismo fue el encargado de hacer sonar el llamador.
Seguidamente, el paso fue girando delante de la puerta del Convento de San Antonio de Padua mientras la banda interpretaba la última marcha tras la Pastora: "La Estrella Sublime".
La última levantá en la calle fue por las hermanas que han bordado el manto de la Divina Pastora. Por ellas se levantó el paso a pulso y comenzó a acercarse a la doble puerta del templo, la que da acceso al pequeño atrio y la de la propia iglesia.
A las doce menos cuarto de la noche, un cuarto de ahora antes de lo previsto en los horarios, la Divina Pastora de San Antonio hacía su entrada a los sones del Himno de España por parte de la Banda Municipal de Gerena.
Una vez dentro del templo, el paso fue conducido a los pies de la nave central, donde quedó definitivamente arriado. La segunda Pastora en antigüedad tras la de Santa Marina acababa de cerrar una brillante salida procesional marcada por los estrenos.
Buenos días. Veo que se ha centrado usted en las marchas que se cortaron sin haberlas acabado (cosa que hacen todas las bandas cuando baja el paso), pero no en las marchas que quedaron sonando completas con el paso bajado, que fueron bastantes.
ResponderEliminarQue pena...
Pues sí. Es una pena no tener el don de la ubicuidad. Yo cuento lo que vi, que es desde Juan Rabadán hasta la entrada. Y, por cierto, que lo hagan "todas las bandas" no significa que esté bien hecho. Las marchas son para las imágenes no para los costaleros.
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