La Hermandad de la Exaltación ha anunciado que el ansiado regreso a la Iglesia de Santa Catalina de sus imágenes titulares tendrá lugar el próximo domingo 18 de noviembre, una semana antes de la reapertura del templo, prevista para el día 25.
En concreto, y aunque todos los detalles del traslado de vuelta a su casa se conocerán más adelante, ya se sabe que la salida del cortejo desde su sede provisional, la Iglesia de San Román, será a las seis de la tarde.
Han sido más de catorce años de ausencia de su sede canónica, ya que Santa Catalina fue cerrada al culto en junio de 2004. Junto a las hermandades del Carmen y Santa Lucía, cuyos regresos aún no tienen fecha confirmada, la Exaltación ha estado residiendo en San Román, iglesia que precisamente acababa de ser reabierta también tras varios años cerrada por su restauración cuando las tres cofradías buscaron en ella cobijo.
El mal estado de Santa Catalina obligó al cierre del templo, que ha sufrido en estos catorce años continuas paralizaciones en las obras de restauración, en las que lo primero que se realizó por su carácter de urgencia fue la eliminación de las filtraciones de agua que afectaban a los muros del edificio y la sustitución de todo el tejado, lo que fue posible gracias a la aportación económica del Ayuntamiento cuando aún era alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín.
El resto de actuaciones sobre el inmueble, tanto externas como internas, se han dilatado mucho en el tiempo debido a retrasos, carencia de fondos y diversas dificultades técnicas. Por fin, hace pocos meses el Arzobispado dio la fecha definitiva de reapertura del templo, que será el 25 de noviembre, coincidiendo precisamente con la festividad de Santa Catalina.
Ahora sabemos ya cuándo regraserán el Cristo de la Exaltación, la Virgen de las Lágrimas y San Juan Evangelista, que será una semana antes, después de casi tres lustros residiendo en San Román y saliendo el Jueves Santo de la Iglesia de los Terceros. Para hacernos una idea del tiempo transcurrido sólo hace falta un dato: la última vez que la Exaltación salió de Santa Catalina aún el palio de las Lágrimas no había sido restaurado, siendo todavía de terciopelo morado en lugar de azul, y tampoco el manto. Aquella última salida, la de 2004, se vio alterada por la lluvia, que obligó a un precipitado regreso, y después, durante la Madrugá, la única hermandad que hizo estación de penitencia fue la Esperanza de Triana.
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