LA VIRGEN DE CONSOLACIÓN OFRECE SUS MANOS ANTE EL CRISTO DE LA SED

La Hermandad de la Sed pone este fin de semana el punto final a los cultos de septiembre en honor a Santa María de Consolación Madre de la Iglesia con la celebración de su besamanos, que tiene lugar hoy y mañana de nueve de la mañana a nueve de la noche de forma ininterrumpida, salvo por las habituales misas de la Parroquia de la Inmaculada Concepción.
Para este besamanos, la priostía ha colocado a la dolorosa ante el altar de la propia hermandad, de manera que detrás de Ella vemos al Santísimo Cristo de la Sed entre dos de los candelabros de su paso procesional y sobre un pequeño monte de rosas y claveles rojos con estátice morado salpicado. Además, como base al altar del crucificado vemos el paño frontal de los respiraderos del paso de palio.
La Virgen de Consolación se encuentra elevada sobre una sencilla peana plateada y viste manto de camarín azul con bordados en oro, saya blanca de tisú, cotilla bordada en oro sobre malla y fajín militar de color rojo con borlones dorados y un entorchado. Luce la corona de salida, mientras que en el pecherín lleva un puñal de oro, cruz pectoral, el emblema de la Orden de San Juan de Dios, un alfiler con su advocación y una medalla de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer), dado que los titulares de la Hermandad de la Sed son patronos de los enfermos de riñón desde que así lo aprobara el Arzobispado de Sevilla en 2016.
La mano derecha es la que la dolorosa ofrece a los devotos, mientras que en la izquierda sostiene la barquita símbolo de la Iglesia que realizara en 2014 Fernando Marmolejo por el 50 aniversario de la proclamación de María como Madre de la Iglesia. Esta barquita la llevó la Virgen de Consolación en la mano contraria durante el rosario vespertino del pasado domingo (ver).
El altar del besamanos se completa con la presencia del estandarte corporativo en el lado izquierdo, la bandera de la Virgen en el derecho, dos jarras del paso de palio con rosas, lilium, lisiantum y astromelias colocadas sobre sendos pies de base cuadrada, dos altos blandones dorados con cera blanca y un enorme centro de rosas de color rosa delante de la imagen, entre otras flores colocadas en diversas zonas del altar.