El Santísimo Cristo de la Buena Muerte fue retirado del culto la semana pasada para su traslado al taller de Pedro Manzano, donde será sometido a una restauración durante al menos cuatro meses. Durante este tiempo, será la imagen de María Santísima de la Angustia la que presida la Capilla de la Universidad, ante un antigua cruz de la talla de Juan de Mesa.
La Virgen de la Angustia está colocada sobre su peana procesional y entre seis candeleros con cera blanca, tres a cada lado, y dos jarras con flores blancas. Ante la peana puede verse, como es habitual, el sagrario de la capilla universitaria.
Por su parte, la imagen de San Juan Evangelista que forma parte del patrimonio de la Hermandad de los Estudiantes será la que ocupe el retablo de Guzmán Bejarano de la Virgen de la Angustia, en la cabecera de la nave de la Epístola.
La restauración del Cristo de la Buena Muerte consistirá en la reparación de pequeñas fisuras, consolidación general de la talla, revisión de los ensambles, limpieza superficial, protección de la policromía, reintegración de algunas lagunas pictóricas y protección final, entre otras actuaciones.
Asimismo, el restaurador analizará la situación actual de los elementos metálicos internos y su posible sustitución por espigas de madera, algo habitual en restauraciones de este tipo, dado que los clavos y demás piezas metálicas suelen ser a la larga lesivas para la estructura interna de las imágenes.
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