lunes, 1 de octubre de 2018
LAS COFRADÍAS MERCEDARIAS ACOMPAÑAN A LA HERMANDAD DE LA PUERTA REAL
La Hermandad de Nuestra Señora de las Mercedes de la Puerta Real realizó el pasado sábado su salida procesional, en la que estuvo acompañada por las diferentes cofradías mercedarias de la ciudad, que formaron parte del cortejo con sus estandartes corporativos. Era la manera de celebrar junto a la cofradía de la Puerta Real el octavo centenario de la Orden de la Merced.
Así, tras la cruz de guía entre faroles y el libro de reglas, pudimos ver los estandartes de las cofradías de Jesús Despojado (cuya dolorosa lleva la advocación mercedaria de Misericordia), Santa Genoveva (por las advocaciones de Cautivo y Mercedes en sus titulares), el Museo (que tiene su sede en la capilla que perteneció al antiguo Convento de la Merced), Pasión (fundada en el mismo convento y con la Merced como dolorosa titular) y el Santo Entierro (cuya sede está en el convento mercedario de San Gregorio).
Detrás iba el propio estandarte corporativo de la Hermandad de las Mercedes y después de la presidencia veíamos el cuerpo de acólitos con seis ciriales, en los que estaban pintados los escudos de cada una de las hermandades mencionadas; uno en cada vela.
Tras salir de la Parroquia de San Vicente, donde han tenido lugar los cultos en su honor, la Virgen de las Mercedes, cuyo paso comandaban José Monge y Francisco Loza, giró a la derecha en Cardenal Cisneros y después tomó la calle San Vicente, donde como cada año se produjo el encuentro con las Siervas de Jesús, ante cuyo convento se volvió.
A continuación, siguió adelante en dirección a la Capilla del Museo, de la que salió el año pasado (ver) y a la que llegó con la marcha "Virgen de las Aguas" a cargo de la Banda Municipal de Música de La Puebla del Río, encargada un año más de acompañar a las Mercedes de la Puerta Real.
La Hermandad del Museo salió momentáneamente del cortejo para recibir a la Virgen en la puerta, en la que sus cofrades le cantaron la Salve. Desde fuera era visible la reproducción fotográfica del cuadro "La Resurrección del Señor", de Murillo, pintura robada por los franceses a la Hermandad del Museo y nunca devuelta por su actual depositario, el Museo del Prado de Madrid.
Este año, la Virgen de las Mercedes ha vuelto a salir vestida por completo de blanco, con el manto de tisú de plata realizado en 2012 por María Dolores y Vicente Ramos Cadaval, la saya también de tisú bordada en oro en 1963 por el matrimonio Rincón, el escapulario de Mariano Martín Santonja, de 2013, y la toca de sobremanto bordada en oro sobre malla también por Rincón en 1974, enriquecida por José Manuel Lozano en 2007.
Llevaba además su corona de salida, escapularios de mano, cetro, grilletes y diversas medallas, entre ellas la de la Ciudad de Sevilla, que la tiene por ser una Virgen coronada canónicamente. Llamó la atención el exorno floral, de tonalidad amarilla, compuesto por gerveras, astromelias, fresias, calas, rosas, orquídeas, nardos, hipericum y ruscus.
Con la marcha "Virgen de los Reyes", el paso comenzó a girar ante la puerta de la Capilla del Museo para continuar su recorrido. Los cofrades de la hermandad decana del Lunes Santo recuperaron su posición en el cortejo, que ya avanzaba por la Plaza del Museo, pasando ante la fachada del antiguo Convento de la Merced.
A la marcha dedicada a la Patrona de la Archidiócesis le siguió "Reina de la O" para que el paso alcanzara y recorriera los primeros metros de la plaza, por la que después la Virgen de las Mercedes caminó lentamente a los sones de "Mi Amargura" hasta llegar al inicio de la calle Monsalves.
Ya en Monsalves, la Virgen de las Mercedes siguió adelante con la marcha "Pastora de Capuchinos", que fue la banda sonora para el giro a Almirante Ulloa, donde diversos estudiantes extranjeros observaban desde los balcones de la residencia situada en este punto lo que pasaba ante sus ojos.
Y a pie de calle, el ex hermano mayor y actual consiliario de la hermandad, que el sábado ejercía de diputado de paso, explicaba en inglés a dos chicas en qué consistía la procesión e incluso la celebración del octavo centenario de la "Order of Mercy". Las turistas agradecieron la explicación y hasta se llevaron de regalo un trozo de cera caída de un candelabro. Se la dio uno de los capataces, aunque su cara fue la de no saber exactamente qué les estaban dando.
Desde Almirante Ulloa, el paso salió a Alfonso XII con la marcha "Merced" rumbo a Santa Vicenta María y Virgen de los Buenos Libros.
Tras pasar de nuevo ante la Parroquia de San Vicente, la Virgen de las Mercedes se internó por la Plaza de Rull en los callejones más recoletos del barrio antes de regresar a su capilla, de la que salió días atrás para la celebración de los cultos en su honor.
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