jueves, 18 de julio de 2019
LA VIRGEN DEL CARMEN DIO A BESAR SUS MANOS EN SU CAPILLA DE CALATRAVA
Durante el martes y el miércoles, la Virgen del Carmen de Calatrava se mostró expuesta en besamanos en su capilla después de la procesión fluvial del lunes, en la víspera de su festividad (ver). La pequeña imagen atribuida a Cristóbal Ramos se encontraba en el presbiterio alto de su capilla, vestida tal cual navegó por el Guadalquivir, con un manto blanco y una toca colocados sobre sus ropas talladas. Lucía además corona, ráfaga, cetro y media luna.
La Virgen del Carmen estaba elevada sobre una peana de madera tallada y dorada, puesta a su vez sobre otra rectangular de color blanco con apliques dorados; el mismo estilo de los pies de base cuadrada que a su lado sostenían sendas jarras con diversas especies florales de tonalidades variadas. Estas mismas flores se podían ver también en tres centros situados directamente en el suelo, dos en los extremos del altar y otro ante la Virgen.
Tras la imagen había un dosel de damasco de color crema con crestería de madera dorada rematando la gotera. Y otros dos de menor tamaño estaban en los laterales, sobre mesas también doradas, en las que había un total de dos ángeles, cuatro candeleros y cuatro bandejas de plata. Además, junto a la Virgen había catorce candeleros dorados con cirios blancos, siete a cada lado.
Finalmente, el retablo de la Virgen del Carmen estaba cubierto por un cortinaje de damasco blanco que ejercía de fondo de todo el altar del besamanos, que se completaba con cuatro lámparas de araña y de cristal colgando del techo y el estandarte corporativo en el lado derecho del presbiterio.
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