lunes, 22 de julio de 2019

UN FALLO EN LA SUJECIÓN DEL NIÑO MARCA LA SALIDA DEL CARMEN DE SAN GIL


El pasado sábado tuvo lugar la salida procesional de la Hermandad del Carmen de San Gil, que estuvo marcada por un problema en la sujeción del Niño Jesús a la Virgen, lo que motivó que durante prácticamente la mitad del recorrido tuviera que procesionar sin la pequeña talla.
Pero eso sería más adelante. Antes y con total normalidad, las puertas de la Parroquia de San Gil se abrían a las ocho de la tarde para la salida del cortejo de esta cofradía carmelita, encabezado por la cruz alzada entre faroles, a la que seguían el guión del grupo joven, la bandera concepcionista y el simpecado.
Detrás iban las distintas representaciones de las hermandades que acompañaron a la Hermandad del Carmen de San Gil en su salida. Por este orden, veíamos los estandartes corporativos del Resucitado de La Rinconada, la Anunciación de Juan XXIII, la Candelaria Madre de Dios, el Inmaculado Corazón de María de Torreblanca, el Rosario de San Julián, el Carmen de San Leandro, el Carmen de Calatrava, el Rocío de la Macarena, la Macarena y la Sacramental de San Gil.
Seguidamente, veíamos el libro de reglas y el propio estandarte del Carmen de San Gil, la representación de la Marina, la presidencia y el cuerpo de acólitos, que estrenaban la restauración de dos incensarios y una naveta a cargo de Orfebrería Andaluza.

















Pronto apareció el paso de la Virgen del Carmen, que presentaba como novedad el dorado del respiradero, la crestería y las esquinas de la parte delantera, labor llevada a cabo por los Hermanos Caballero. Llevaba la Virgen su manto blanco de brocado colocado sobre los hombros, dejando únicamente en la cabeza la toca, una pieza que tenía bordados los escudos de las hermandades de la parroquia: el de la Sacramental en la espalda, el de la Macarena en el hombro derecho y el del Rocío en el izquierdo.
No faltaban, obviamente, la saya y el escapulario de terciopelo marrón bordados en oro, mientras que el Niño lucía un trajecito de color rosa. En cuanto al exorno floral, se componía de especies variadas de diferentes tonalidades.
Francisco Javier y Miguel Ángel Pagés ejercían de capataces delante del paso de la Virgen del Carmen, que al salir fue recibida en la calle por la Banda Municipal de Música de Arahal interpretando el Himno de España, al que siguió a continuación la marcha "Nuestra Señora del Carmen".












Tras una primera parada en la calle junto a la torre de San Gil, el paso se levantó para girar a su izquierda en la calle San Luis a los sones de "Coronación de la Macarena". Algunos edificios estaban adornados con pancartas, colgaduras y hasta una gran foto de la Virgen. En este punto, a la vuelta, caería una petalada sobre el paso y se lanzarían fuegos artificiales.
Aún en la calle San Luis sonó después "Glorias de Sevilla", hasta que el paso quedó detenido junto a la Basílica de la Macarena. Y tras un relevo de costaleros, se dispuso a tomar la calle Macarena, junto a la antigua muralla, mientras la Banda de Arahal tocaba "Aniversario Macareno", seguida después, mientras el sol comenzaba a irse a su espalda, por "Virgen de la Paz".







































Desde la calle Macarena, la Virgen del Carmen se internó por la estrechez de Torreblanca, a la que llegó con "Marinera de San Gil". Y una marcha más, también relativa al mar, fue la siguiente que se pudo escuchar, como fue en este caso "Esperanza Marinera". Unos metros más adelante, fue el turno de "Coronación", marcha con la que el paso llegó hasta la misma esquina de Torreblanca con la Plaza del Pumarejo, a la que giró a continuación con "Alma de la Trinidad".
Para los dos siguientes giros, el de la propia plaza con San Luis y el de ésta con Relator, las composiciones escogidas fueron "Hiniesta Coronada" y "Mi Amargura".







































Siguiendo su recorrido, la Virgen del Carmen de San Gil tomó las calles Pozo y Talavera, antes de salir a Parras. Entre estas calles se detectó el problema que presentaba la sujeción del Niño Jesús y por eso, para evitar su caída, se decidió con buen criterio retirarlo de la imagen. A partir de este punto, las camareras de la Virgen fueron las encargadas de llevarlo en brazos delante del paso para que culminase la salida procesional sin ser llevado a la parroquia antes de tiempo. Esta circunstancia permitió contemplar durante el resto de la procesión a la Virgen del Carmen en solitario, con la mano izquierda libre; una estampa curiosa e inédita.
Por la calle Parras, la Banda Municipal de Música de Arahal interpretó tras el paso la marcha "Madrugá Macarena", seguida después por "Esperanza Macarena". Hay que recordar que la calle Parras es un lugar de máxima importancia cada mañana de Viernes Santo en el camino de vuelta de la Hermandad de la Macarena.
Pero más adelante, otra hermandad centró el interés del Carmen de San Gil, como fue la del Rocío de la Macarena. Precisamente para ella sonó la marcha "Rocío". Después, cofrades de la corporación rociera entregaron un ramo de flores que fue colocado en el paso. A continuación, con "Señorita de Triana", la Virgen del Carmen giró a la calle Escoberos.


















Antes de regresar a San Gil, quedaba un punto destacado en el itinerario de la cofradía, como es su visita anual a la Basílica de la Macarena. Para llegar hasta ella, desde Escoberos el paso giró a la calle Muro a los sones de "Virgen de los Negritos". Después sería el turno de "Macarena", de Abel Moreno, al pasar de Muro a la recientemente rotulada como Plaza de la Esperanza Macarena en el tramo que hasta entonces era parte de la calle Bécquer.
A continuación, tras un relevo de costaleros, el paso giró para adentrarse en el atrio de la Basílica con "Coronación de la Macarena". La Virgen del Carmen fue conducida hasta la misma puerta del templo macareno, deteniéndose frente al estandarte corporativo, que había abandonado el cortejo.






















El Carmen y la Esperanza, frente a frente, se miraron durante unos instantes antes de que el paso se levantara y comenzara a girar para salir de nuevo a la calle, lo que hizo mientras la banda tocaba "Sé siempre nuestra Esperanza".
Tras esta visita, ya sólo quedaba la vuelta a casa por la calle San Luis y la entrada en San Gil, que se produjo en torno a las doce de la noche.

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