La reapertura de la Iglesia de los Terceros, sede de la Hermandad de la Cena, durante la pasada Cuaresma deparó al visitante una gran sorpresa. Además de las distintas actuaciones de pintura e iluminación, y la reparación de los daños estructurales que obligaron a la clausura de la zona del presbiterio desde bastante antes del cierre del templo, las obras permitieron recuperar un espacio que se encontraba clausurado desde hacía varias décadas.
Se trata de la capilla de la Esclavitud de Nuestra Señora de la Encarnación, situada en el lado de la Epístola de este templo de la calle Sol; una capilla de gran tamaño, con dos puertas de acceso y en la que antiguamente recibía culto la imagen de la Virgen de la Encarnación, talla atribuida a Juan de Mesa que ahora ha vuelto a su retablo.
La capilla fue cerrada en su momento por su mal estado, principalmente por las filtraciones de agua. La inactividad de su hermandad no ayudó a llevar a cabo antes la recuperación de este espacio del templo que acabó siendo cedido a la Hermandad de la Cena, que a su vez incorporó hace años a la Virgen de la Encarnación entre sus titulares, haciéndose cargo por tanto de todo su patrimonio, incluida la capilla que ahora se ha recuperado.
Esta capilla cuenta con sus vigas originales, datadas en el siglo XVII, mientras que la bóveda se ha reconstruido y se ha actuado también sobre los paramentos, donde han sido hallados algunos frescos que serán recuperados en una próxima intervención, en la que igualmente se actuará sobre los diferentes retablos de la iglesia.
La Esclavitud de Nuestra Señora de la Encarnación fue fundada a mediados del siglo XVII por dos señores de buena posición que adquirieron a la comunidad de padres terceros un terreno en el que levantaron su capilla propia; la misma que podemos disfrutar desde el pasado mes de marzo en una rejuvenecida Iglesia de Nuestra Señora de Consolación, conocida por todos como Los Terceros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario