LA AMARGURA, EN BESAMANOS EN EL LXV ANIVERSARIO DE SU CORONACIÓN

María Santísima de la Amargura permanece expuesta en besamanos en la Iglesia de San Juan de la Palma desde el pasado jueves, día del sexagésimo quinto aniversario de su Coronación Canónica, y hasta mañana, domingo.
Como es habitual, el montaje del besamanos ocupa un amplio espacio del presbiterio alto del templo, donde un alto cortinaje de terciopelo rojo oculta el retablo mayor, y ante éste se sitúa el dosel de cultos de la hermandad.
La Virgen de la Amargura está en el centro del espacio del besamanos, elevada sobre la peana de madera dorada que suele utilizar la hermandad para este culto. Viste el manto procesional, bordado en oro sobre terciopelo rojo en los años 20 por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, y saya blanca de tisú también bordada.
Además, luce la corona de oro de su Coronación, de Cayetano González, y lleva varios broches y una cruz pectoral. En las manos no sujeta nada y es la derecha la que tiene extendida para que los devotos depositen en ella sus besos.
La dolorosa del Domingo de Ramos, a la que siempre acompaña San Juan, talla que se retiró del culto a principios de este mes para su restauración por parte de Enrique Gutiérrez Carrasquilla, está sobre una alfombra con el escudo de la hermandad y en los laterales se extienden los faldones de su paso de palio.
Detrás, junto al manto, hay dos columnas de madera dorada con capitel corintio y fuste acanalado sobre las que vemos diversas flores de color blanco, fundamentalmente rosas, claveles, nardos y lilium. Las mismas flores pueden verse delante, sobre cuatro pies de base cuadrada realizados en madera dorada con cartelas policromadas en las que están pintados diferentes motivos alusivos a Jesús, la Virgen, San Juan o el Santísimo Sacramento, así como algunas frases en latín de los Evangelios.
El montaje del besamanos a la Amargura se completa con dos de los candelabros del antiguo paso del Señor del Silencio en el Desprecio de Herodes, el conocido en su momento como el "acorazado Potemkin", y con un friso de flores a los pies de la Virgen, delante de la alfombra.