EL BREVE TRASLADO DE LA HERMANDAD DE MONTSERRAT A LA MAGDALENA

Dentro de los actos conmemorativos del cuarto centenario del Santísimo Cristo de la Conversión, su tradicional quinario se está celebrando esta semana en la Parroquia de la Magdalena. Por este motivo, la noche del pasado sábado tuvo lugar el traslado desde su capilla tanto del crucificado como de Nuestra Señora de Montserrat.
Fue un traslado breve, dado que el cortejo, encabezado por cruz alzada con manguilla entre faroles, salió de la capilla y tomó la calle Cristo del Calvario para entrar en la Magdalena por la puerta situada a los pies de la nave central.
Varias parejas de hermanos con cirios acompañaron a los titulares en este traslado, para el que el Cristo de la Conversión fue llevado directamente sobre los hombros de sus cofrades, sin andas ni estructura; muy diferente al modo en que precisamente hoy hace un año presidió el Vía Crucis de las Cofradías (ver).

Por su parte, la Virgen de Montserrat fue llevada vestida de hebrea en unas andas adornadas con claveles blancos, margaritas y paniculata, e iluminadas por cuatro de los faroles de cola de su paso de palio sobre pies de candeleros. Además, en el frontal iba la réplica de la Virgen de Montserrat de Barcelona que figura tras el llamador del palio.

Una vez en el interior de la parroquia, el Cristo fue conducido por la nave central hasta el presbiterio y se quedó detenido en el lado izquierdo mientras delante se mantuvo el cortejo al que se unieron las representaciones de las hermandades de la Quinta Angustia y el Calvario.
Las andas con la Virgen de Montserrat se situaron en el presbiterio alto, donde el altar del quinario estaba a medio montar, y a continuación comenzó el rezo del vía crucis, con el Cristo de la Conversión desplazándose por las naves del templo.

Ayer, martes, comenzó el quinario al Santísimo Cristo de la Conversión, que se prolongará cada tarde a partir de las ocho hasta el sábado. Posteriormente, el domingo será la función solemne a las doce del mediodía, presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo.