La Hermandad de San Esteban celebró este sábado el vía crucis por las calles de la feligresía llevando en andas a Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, que cruzó la Ronda Histórica por primera vez para recorrer algunas calles del otro lado. De esta forma, el Señor de la Ventana se acercó a la zona más habitada de la feligresía, reduciendo así considerablemente su discurrir por lugares más cercanos a su templo, pero también con menos vecinos en esta Sevilla cuyo centro histórico se está quedando exclusivamente para turistas, hosteleros y franquicias.
Todo comenzó a las siete de la tarde, cuando el cortejo inició su camino atravesando la puerta ojival dentada del templo de San Esteban. La cruz de guía salió a la calle del mismo nombre seguida por un único tramo de hermanos con cirios, al final del cual iban el estandarte corporativo, un cuarteto de viento de la Banda de Música de Las Cigarreras y el cuerpo de acólitos con seis ciriales.
Desde la nave del Evangelio, el Señor de la Salud y Buen Viaje cruzó el templo hasta la puerta que da a la calle San Esteban llevado en unas nuevas andas por varios hermanos. Lucía la imagen la clámide que confeccionó Guillermo Carrasquilla, bordada en oro y sedas sobre terciopelo burdeos, y que el año pasado fue restaurada por Joaquín Salcedo.
Dentro de la iglesia se rezó la primera estación del vía crucis, mientras que la segunda tuvo lugar ya en la calle, donde antes de alejarse del templo las andas, adornadas con rosas rojas, calas y jacintos morados, se volvieron a un balcón donde una señora estaba realmente emocionada por el gesto.
Al contrario que ocurre el Martes Santo y otros años en el vía crucis, el Señor de la Salud y Buen Viaje no fue en dirección a la Plaza de Pilatos, sino justo en sentido contrario, hacia la Puerta de Carmona, aunque antes giró a la estrechez de la calle Vidrio.
Cuatro guardabrisones con cera color tiniebla iluminaban las andas, sobre las que el Señor volvió a llevar una caña y una corona de espinas de madera, después de que en el besapié del pasado viernes las llevara de plata (ver).
Poco a poco iba anocheciendo por calles tan estrechas como Vidrio, Armenta y Tintes, y a continuación el cortejo alcanzó la Plaza de los Zurradores antes de salir del casco histórico por la calle Estella.
Entonces tuvo lugar el momento de cruzar Menéndez Pelayo hacia Atanasio Barrón, lo que hicieron los hermanos con celeridad para que estuviera cortado el tráfico de la Ronda el menor tiempo posible. En ese momento, llevaban al Señor de la Salud y Buen Viaje ex hermanos mayores de San Esteban como Manuel Román Silva, quien también fue presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, y Antonio Burgos Rodríguez.
Por Atanasio Barrón comenzó el recorrido por calles en absoluto habituadas a este tipo de cultos. Después fue el turno de Caños de Carmona, que tenía uno de sus balcones engalanado para la ocasión con reposteros y una pequeña dolorosa entre cirios vestida de hebrea, y Alcalde Isacio Contreras, donde las hermanas relevaron a los hermanos llevando al Señor sobre sus hombros, con la recientemente restaurada torre de San Bartolomé asomando desde el otro lado de la Ronda.
A partir de ahí, el Señor de la Salud y Buen Viaje regresó a la Iglesia de San Esteban por Pasaje Zamora, Garci Pérez y de nuevo Vidrio, hasta su calle y su casa, después de que la hermandad hiciera suyos los deseos del Papa Francisco de que la Iglesia salga al encuentro de la gente; en este caso, al encuentro de vecinos que desde sus ventanas nunca ven pasar a una imagen sagrada.
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