La Hermandad de la Macarena ha iniciado este lunes los cultos en honor a Nuestra Señora del Santo Rosario, que hasta el miércoles, día de su festividad, estará en el presbiterio alto de la Basílica expuesta a la veneración en los días en que cada año está en besamanos.
Ante un friso de diversas especies florales de color rosa que abarca todo el ancho del presbiterio, vemos a la Virgen del Rosario, que se encuentra elevada sobre una fina peana de madera dorada, y encima de ésta la de las cabezas de ángeles que forma parte de su paso procesional. La Virgen viste el llamado manto de los Cisneros, de terciopelo verde con bordados en oro procedentes del antiguo palio rojo de la Esperanza Macarena, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El taller de Carrasquilla fue el encargado de pasar estos bordados al actual manto de camarín. Asimismo, luce la saya color vino tinto de los cuernos de la abundancia, confeccionada el siglo pasado a partir de unos bordados del siglo XVIII y restaurada este mismo año por José Antonio Grande de León.
El tocado es de encaje dorado y en él lleva prendida una cruz pectoral y un broche, mientras que más abajo, a la altura del vientre, tiene otro. Asimismo, la Virgen lleva los atributos de orfebrería de sus salidas procesionales, como es la ráfaga de Manuel Seco Velasco, la corona, el cetro y la media luna. En la mano derecha, además del cetro, sujeta un rosario de cuentas doradas, como también hace el Niño Jesús, vestido de blanco, quien igualmente tiene sus habituales elementos de orfebrería; en este caso, la corona y los zapatos.
Flanquean a la Virgen del Rosario dos ángeles mancebos sobre sendos pies de base cuadrada, mientras que en los extremos del presbiterio hay dos pequeñas mesas de madera dorada en la que se apoyan dos faroles de plata y cuatro jarritas con más flores rosas. Y sobre las mesas cuelgan de la pared dos de las cartelas del antiguo paso del Señor de la Sentencia.
Más atrás se han dispuesto dos frontales de altar de madera dorada, uno a cada lado. Sobre ellos, hay unos pequeños doseles con faroles entre candeleros con cera blanca y más jarritas de flores. También el retablo mayor de la Basílica está adornado de manera especial a los pies de la Virgen de la Esperanza, donde se han dispuesto más jarras, candeleros y centros florales.
Finalmente, hay que mencionar que en los laterales del presbiterio bajo se han colocado el estandarte corporativo en el lado izquierdo y la cruz alzada entre ciriales en el derecho.
Este acto de veneración a la Virgen del Santo Rosario finalizará el miércoles, día en que a las ocho de la tarde tendrá lugar la misa solemne en su honor. Posteriormente, entre los días 18 y 20 de octubre será el triduo, mientras que el domingo 25 se celebrará la función principal de instituto. Ese día, el último domingo de octubre, debería ser la salida procesional de la Virgen, que lamentablemente este año no se celebrará.
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