En sustitución del tradicional besapié del primer fin de semana del año, Nuestro Padre Jesús de la Pasión fue expuesto este sábado y este domingo en la capilla sacramental de la Iglesia del Salvador en un acto de veneración, para el que se presentó a los devotos sin corona de espinas ni potencias. Vestía la túnica estrenada en 2017, bordada en plata sobre terciopelo corinto por Jesús Rosado, según diseño de Rafael de Rueda, quien se inspiró en un grabado del siglo XVIII de Pedro Tortolero.
Como de costumbre, el Señor de Pasión se encontraba sobre la peana donada por un grupo de hermanas con motivo del CDL aniversario de la hermandad, flanqueada por dos jarras del paso de palio de Nuestra Madre y Señora de la Merced colocadas sobre columnas de base cuadrada forradas en terciopelo rojo. Las jarras contenían claveles rojos, flores que también veíamos en distintos puntos del retablo de plata de la capilla, aunque eran blancos a los pies de la dolorosa y de San Juan Evangelista.
El retablo contaba también con varios candeleros con cera roja y dos pequeñas tallas de ángeles, y rodeaban al Señor cuatro blandones dorados también con cirios rojos, mientras que los candelabros situados ante la Virgen de la Merced y San Juan tenían cirios blancos.
Completaban el montaje de este acto de veneración dos faroles, uno a cada lado. Además, a la izquierda estaba el estandarte corporativo y a la derecha la bandera pontificia bendecida en 2017 con el escudo bordado del Papa León XIII, ya que fue con él en Roma cuando la hermandad obtuvo el título de Pontificia.
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