LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS, EN VENERACIÓN CON SU MANTO DE SALIDA

Una semana después del acto de veneración a Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje (ver), la Hermandad de San Esteban ha celebrado este sábado y domingo el mismo culto en honor a María Santísima Madre de los Desamparados, que igualmente ha ocupado para ello el presbiterio bajo del templo, donde la dolorosa estaba elevada sobre su peana procesional.

Vestía la Virgen de los Desamparados su manto de salida, bordado por las hermanas de la corporación y estrenado en 2014, y una saya azul también bordada en oro, realizada por José Guillermo Carrasquilla en 1963. Estrenaba el encaje, bordado en hilo de seda en el siglo XIX, que es una donación que ha recibido la imagen.

Sobre la cabeza llevaba la corona procesional y lucía también un fajín rojo con dos entorchados y borlones dorados. En el pecherín tenía únicamente un pequeño broche, mientras que a la altura del vientre llevaba una cruz. Por otra parte, en las manos sostenía un pañuelo de encaje, una rosa de pasión y un rosario.

Junto a la Virgen que tallara Manuel Galiano había dos jarras de su paso de palio con diversas especies florales, como rosas, astromelias y phalaepnosis de color blanco y hortensias celestes. Otras dos jarras estaban detrás, sobre mesas de madera dorada en las que también veíamos cinco candeleros en cada una. Asimismo, junto a cada mesa había dos blandones dorados con cera blanca y en el lado derecho estaba el estandarte corporativo.

Detrás de la dolorosa, ya en el presbiterio alto, veíamos dos candelabros en los laterales sobre columnas de base cuadrada forradas en terciopelo rojo con galones dorados. Y en el centro, ante un dosel sobre una mesa de altar, había una reproducción de la pintura de San José con el Niño, obra de Murillo, debido a que el año pasado se cumplieron 150 años desde que el Papa Pío IX lo declaró Patrono de la Iglesia.

Delante de la pintura estaba el relicario de San Juan de Ribera entre pequeños candelabros, así como diez candeleros del paso de palio con cera blanca, dos bandejas y dos jarras con flores de talco.