La Hermandad de Pasión y Muerte está celebrando estos días el triduo a Nuestra Señora del Desconsuelo y Visitación, que tras la eucaristía de cada jornada permanece expuesta a la veneración en el altar montado en el lado derecho del presbiterio, como también lo estará este domingo tras la función solemne.
Sobre una peana de madera dorada y policromada, la Virgen se presenta a los devotos vestida con manto azul y saya burdeos, ambas prendas bordadas en oro, y sobre la cabeza luce una corona dorada. En el pecherín tiene el corazón de Orfebrería Giralda estrenado en 2015 y en sus manos entrelazadas sostiene un nuevo rosario de hueso pulido donado por un hermano y un pañuelo de encaje. Además, lleva un fajín morado.
Junto a la imagen hay dos jarras de su futuro paso de palio sobre sendos pies de base cuadrada forrados en damasco rojo, terciopelo del mismo color y apliques dorados. Cada jarra tiene grandes peonías, además de rosas, orquídeas, astromelias, flor de cera y alhelí, todo ello de color blanco. Estas flores se encuentran también en dos centros ante la imagen sobre la alfombra que delimita el montaje. Tras cada jarra hay tres candeleros con cera blanca.
Al fondo, hay un cortinaje de damasco rojo confeccionado y donado por una hermana de la corporación. Asimismo, vemos dos mesas de madera dorada sobre las que hay unos candelabros cedidos por la Hermandad del Rocío de la Macarena y diversos enseres litúrgicos pertenecientes a la propia Hermandad de Pasión y Muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario