La Hermandad de Torreblanca está celebrando durante estos días el solemne triduo en honor a San Antonio de Padua, que comenzó el miércoles y tras el que este sábado tendrá lugar la función solemne en la víspera de su festividad.
Por este motivo, el santo que da nombre a la parroquia se encuentra presidiendo el templo desde el centro del presbiterio alto subido a su paso procesional, que ya la pasada Semana Santa sirvió para albergar al conjunto escultórico del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilato (ver).
Sobre el paso hay dos candelabros de guardabrisas y un exorno floral de variadas especies y tonalidades. Y todo ello, ante un cortinaje de damasco blanco. Además, junto al paso se han colocado dos estructuras forradas también en damasco blanco que sostienen cada una siete candeleros, una jarra con las mismas flores del paso, dos bandejas, un guardabrisas y un aplique de madera dorada.
Por otra parte, en el lado izquierdo del presbiterio están el estandarte corporativo y el de San Antonio, mientras que en el presbiterio bajo se han colocado cuatro ciriales. Finalmente, hay que apuntar que Nuestro Padre Jesús Cautivo ocupa estos días el lugar de culto habitual del santo en el lado derecho, mientras que junto al sagrario, en el presbiterio bajo, está María Santísima de los Dolores ante el crucificado ubicado en este punto del templo.
Por supuesto, no hace falta ni siquiera apuntar que por segundo año consecutivo el barrio de Torreblanca se quedará sin ver procesionar por sus calles a San Antonio de Padua, a la espera de tiempos mejores. Quizá el año que viene.
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