Como el año pasado, la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús ha sustituido su salida procesional, que debería tener lugar mañana, domingo, por una veneración a la imagen en la misma puerta de la Parroquia de la Concepción Inmaculada, para la que preside un altar muy similar al de 2020 (ver).
Así, el Señor que talló Antonio Illanes en 1944 está elevado sobre una alta peana de damasco rojo con una cartela central de metal plateado sobre terciopelo con el escudo de la hermandad. Al igual que en su paso, la imagen está flanqueada por los dos ángeles que también lo acompañan todo el año en su retablo. Asimismo, vemos un total de cuatro blandones plateados y ocho candeleros dorados, todo ello con cera blanca. Entre los blandones hay unos pies dorados de base cuadrada que sostienen sendas jarras plateadas. Y en los laterales de todo el conjunto se encuentran dos de los faroles del paso procesional colocados directamente en el suelo.
Una balaustrada delimita la parte delantera de este altar efímero, y ante ella hay un friso con las mismas flores que también se encuentran en las jarras antes mencionadas y a los pies del Señor, que son de diversas especies y con los colores habituales en esta hermandad: blanco, rojo y morado. Y detrás de la balaustrada se van situando las ofrendas florales que los devotos están depositando.
Esta veneración se prolongará durante todo el fin de semana y tiene lugar después del triduo que se celebró entre los pasados días 10 y 12, de la función principal del día 13 y del rezo del vía lucis de anoche.
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