El pasado domingo tuvo lugar la salida procesional de la Hermandad de las Nieves, que realizó un recorrido distinto en parte al acostumbrado cada año, dado que se evitaron las callejuelas más estrechas del barrio de Santa Cruz y por ello la Virgen no visitó el Convento de las Teresas; una medida, la de no pasar por calles demasiado estrechas, que, teniendo en cuenta la gran cantidad de gente que acudió a ver esta cofradía de gloria (por no hablar de la muchedumbre que rodeó en todo momento al Gran Poder el día anterior), tiene más de estética o de apariencia que de verdadera eficacia contra posibles contagios. Esperemos que pase pronto la cosa...
A las seis y media se abrían las puertas de la Iglesia de Santa María la Blanca y con rapidez salió el breve cortejo para dejar pronto paso a la Virgen de las Nieves. Formaron parte de la presidencia los hermanos mayores de la Candelaria y del Beso de Judas; el primero, por compartir su hermandad parroquia con la de las Nieves, y el segundo, por ser Santa María la Blanca la sede fundacional de su corporación.
Con la dificultad habitual por el reducido tamaño de la puerta, los costaleros lograron sacar el paso a la calle al tiempo que caían pétalos sobre la imagen, cuya ráfaga debe ser plegada en su parte superior para poder cruzar el dintel.
En el momento de la salida se detectó que una de las velas de los candeleros más cercanos a la Virgen se movía en exceso, por lo que un hermano tuvo que retirarla para evitar que se cayera, lo que sin duda ocurriría más pronto que tarde. La Banda de Música del Maestro Tejera interpretó entonces el Himno de España con la solemnidad de siempre.
El capataz Paco Reguera hizo sonar el llamador por primera vez en la calle para que la Virgen de las Nieves iniciara su recorrido, que la llevó a girar a su derecha en dirección a la calle San José, dado que este año no ha pasado por los Jardines de Murillo ni por la plaza de Santa Cruz, para lo que habría tenido que tomar la dirección contraria.
La Banda de Tejera tocó "Santa María la Blanca", la marcha de Cristóbal López Gándara que se estrenó en 2019, cuando la lluvia aceleró el regreso de la cofradía (ver). Después, fue el turno de "Virgen de Montserrat" mientras el paso discurría junto al hotel del inicio de la calle San José, desde cuya azotea se asomaron unos turistas que disfrutaban de la piscina, a juzgar por la indumentaria con la que algunos vieron pasar a la Virgen de las Nieves.
Seguidamente, sonó "Candelaria" y con esta composición el paso se plantó ante la fachada de la Iglesia del Señor San José. Cuando lo hizo, la banda interrumpió la partitura y uno de los sacerdotes del templo dedicó unas palabras a la hermandad y ofreció a la Virgen un ramo de flores.
Con "Como tú, ninguna", la Virgen de las Nieves se alejó de la Iglesia del Señor San José y buscó la calle Madre de Dios, pasando después a Fabiola con "Coronación". Sí que hubo una importante estrechez en cualquier caso en el itinerario de este año, como fue precisamente el tramo más angosto de Fabiola, por el que el paso discurrió a los sones de "La sangre y la gloria", con la que llegó a la confluencia con Mateos Gago.
Cuando comenzaba a anochecer, la Virgen de las Nieves recorrió al completo la calle Mateos Gago, pasando por delante de la Parroquia de Santa Cruz con la marcha "Nuestro Padre Jesús". Ya con la noche cerrada volvería a pasar de camino a su templo y entonces sí estaría una representación de la cofradía del Martes Santo. Ahora, sin embargo, la Virgen pasó sin detenerse, lo que hizo luego en la confluencia con Mesón del Moro.
Después, continuó por Mateos Gago, donde se detuvo varias veces. En una de esas paradas la banda cortó la interpretación de la marcha "Virgen del Dulce Nombre". Más adelante, el paso alcanzó la plaza de la Virgen de los Reyes con la marcha "Rocío". Con ella llegó hasta el monumento a San Juan Pablo II, en el que se depositó un ramo de flores y la Virgen de las Nieves se volvió para quedar frente a él.
La Catedral tenía en ese momento abierta la Puerta de los Palos porque se estaba celebrando la eucaristía de apertura del Sínodo de los Obispos. Por ello, se tuvieron que colar los sones musicales de la Banda de Tejera, que para que la Virgen de las Nieves siguiera su camino hacia la plaza del Triunfo tocó precisamente la marcha "Virgen de los Reyes".
Sorprendió sin embargo que, finalizada esta composición, el paso discurriera en un espacio tan bello a tambor. Esto es habitual en esta zona en Semana Santa para dejar espacio a la cofradía que vaya detrás y que tiene que ver despejado el camino para salir de la Catedral, pero llamó la atención que la Hermandad de las Nieves no aprovechara el marco que rodeaba a la Virgen para una lenta chicotá con una escogida composición musical.
Curiosamente, un hombre vio cómo su perro salió corriendo asustado de los tambores en el inicio de esa chicotá. "¡Que se me ha escapado el perro!", exclamó saliendo inmediatamente en su búsqueda entre la multitud. Afortunadamente, no tardó en dar con él.
Y también afortunadamente la Banda del Maestro Tejera volvió enseguida a dar muestras de su excelencia interpretativa tocando después "Procesión de Semana Santa en Sevilla", mientras la Virgen de las Nieves giraba para tomar la calle Joaquín Romero Murube en dirección a la plaza de la Alianza.
Más adelante, la Virgen de las Nieves volvería a Mateos Gago por Rodrigo Caro, recorriendo después Fabiola y tomando Ximénez de Enciso para salir de vuelta a Santa María la Blanca. La entrada del paso se produjo en torno a las diez y cuarto de la noche, acabando así una salida procesional distinta en el recorrido, pero con el mismo sabor a gloria clásica que destilan tanto la hermandad como el entorno por el que se mueve.
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