martes, 23 de noviembre de 2021

EL SEÑOR DE LA COLUMNA Y AZOTES, EN VENERACIÓN EN EL DÍA DE CRISTO REY


El Señor de la Columna y Azotes, de la Hermandad de las Cigarreras, estuvo el pasado domingo, festividad de Cristo Rey, expuesto a la veneración en la Capilla de la Fábrica de Tabacos. Se trata de la segunda vez que se celebra este culto en este año, ya que en marzo también se llevó a cabo por haberse aplazado en noviembre del año pasado (ver).
Así pues, este domingo la hermandad del Jueves Santo recuperó la fecha habitual y el Cristo que tallara Francisco Buiza ocupó el presbiterio del templo para recibir las oraciones de los devotos. Sobre una alfombra con el escudo de la hermandad y un pequeño entarimado de color rojo, el Señor se mostraba entre dos faroles y rodeado por los cuatro ángeles de Pedro Roldán que la hermandad conserva del paso del antiguo y desaparecido Cristo de la Púrpura que procesionó siglos atrás.
A los pies del Cristo, que lucía sus potencias de salida, estaban los flagelos de uno de los romanos del paso de misterio y la púrpura que sostiene otro. Además, se dispuso una gran cantidad de variadas flores de tonalidades roja y morada.
En los extremos veíamos la bandera cruzada, el estandarte corporativo y el pendón real de Alfonso XIII. Detrás, presidía la capilla la Virgen de la Victoria, ante la que se colocó una estructura a diferentes alturas con candeleros con cera blanca, cuatro jarras del paso de palio con las mismas flores antes descritas y otras dos con flores blancas más cerca de la dolorosa.
En el centro, ante un pequeño manifestador de plata y terciopelo rojo, estaba cobijada la miniatura de la Inmaculada Concepción que va en la delantera del paso de palio, flanqueada por dos pequeñas jarras con más flores de color blanco.
En los doseles de los laterales se ubicaron algunos candeleros con cera morada y más flores; y ante ellos, pequeñas mesas forradas en terciopelo rojo con ángeles, bandejas de plata y paños de bocina del cortejo de la cofradía. Por último, el Cristo de la Púrpura de Navarro Arteaga estaba en el lado derecho del presbiterio alto, sobre el sagrario y entre jarras con flores de talco.







































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