Anoche tuvo lugar el vía crucis de la Hermandad de la Esperanza de Triana con la imagen del Santísimo Cristo de las Tres Caídas portada en andas hasta la Parroquia de Santa Ana, donde a partir de hoy se celebrará el quinario en su honor.
Había muchas ganas de ver al Cristo recorriendo Triana por primera vez tras la pandemia, dado que las calles por las que pasó estaban llenas de cofrades y devotos. Aunque lo cierto es que es difícil determinar si había más o menos gente que otros años, dado que cada vez que el Cristo de las Tres Caídas o la Virgen de la Esperanza salen de su Capilla de los Marineros atraen a innumerables personas.
Así ocurrió también ayer, cuando a las ocho de la tarde la cruz alzada entre ciriales daba paso a un cortejo de bastantes parejas de hermanos con cirios. Tras ellos iba el estandarte corporativo, el cuerpo de acólitos y la presidencia, puesto que ésta es una de las afortunadamente pocas cofradías en las que la presidencia se sitúa inexplicablemente detrás de los ciriales. Además, el Cristo contó con el acompañamiento de música de capilla por parte de varios miembros de la Banda de Música de Las Cigarreras.
Para este traslado, el Cristo de las Tres Caídas estaba vestido con la túnica del Taller de Santa Bárbara que se bordó en 2008 sobre terciopelo burdeos, reproduciendo en ella Francisco Javier Sánchez de los Reyes el diseño de una desaparecida túnica de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Asimismo, en la cabeza tenía las potencias de oro de Orfebrería Villarreal de 1987.
Las andas estaban iluminadas con cuatro guardabrisones con cera roja y adornadas con diversas especies florales de la misma tonalidad repartidas en el friso y en dos jarras del paso de misterio. Dos ángeles ejercían de cirineos sosteniendo por detrás la cruz que cargaba el Señor.
Las catorce estaciones del vía crucis se rezaron por las calles a lo largo del itinerario, que se inició en Pureza para continuar por Fabié, Rodrigo de Triana, Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Pelay Correa, saliendo finalmente a la plazuela de Santa Ana. Eran las nueve y media de la noche cuando el Cristo de las Tres Caídas hacía su entrada en la parroquia y se cerraba un círculo, ya que los últimos cultos externos celebrados por la Hermandad de la Esperanza de Triana antes de la pandemia fueron precisamente los traslados de ida y vuelta de su Cristo.
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