El Señor Orando en el Huerto, de la Hermandad de Monte-Sión, regresó anoche a su capilla desde el Convento del Espíritu Santo, donde entre los días 8 y 12 de febrero se celebró el quinario y el pasado domingo la función solemne en su honor.
Puntualmente, a las ocho y media de la tarde, se abrieron las puertas del convento y comenzó el traslado de vuelta con un cortejo encabezado por la cruz alzada entre ciriales. Seguían el estandarte corporativo y algunos miembros de la Agrupación Musical de la Redención, que interpretaron versiones adaptadas de diversas marchas procesionales, empezando por "Orando en Monte-Sión".
Tras el cuerpo de acólitos, el Señor Orando en el Huerto iba sobre unas andas adornadas con claveles rojos e iluminadas por dos faroles de plata. Estaba vestido con una túnica de terciopelo azul y un mantolín rojo, ambos bordados en oro, y lucía las potencias de salida.
El recorrido de este breve traslado fue por las calles Espíritu Santo, Castellar, Laurel, plaza de los Maldonados, Almirante Espinosa, plaza de Monte-Sión y Feria. Llamó la atención la gran cantidad de público que acompañó al Señor en este traslado. "¿Qué van a dejar para el Jueves Santo?", preguntaba una hermana sorprendida al ver tantos asistentes, lo que resultó especialmente palpable en las estrecheces de las primeras calles del itinerario.
La entrada en la capilla se produjo aproximadamente unos cuarenta minutos después de la salida. Los cultos en honor al Señor Orando en el Huerto concluirán este fin de semana con la celebración del acto de veneración.
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