La imagen de María Santísima de la Victoria, de la Hermandad de las Cigarreras, se mostró el pasado domingo expuesta en solemne veneración en el presbiterio alto de la Capilla de la Fábrica de Tabacos, colocada sobre una alfombra con el escudo de la hermandad y una peana de madera dorada con dos ángeles en sus esquinas delanteras.
La dolorosa vestía el manto bordado por Jesús Rosado en 2015 y la saya azul del taller de Santa Bárbara de 1995. En la cabeza tenía la corona procesional y en el pecherín veíamos un puñal, varios broches y la cruz pectoral de oro y zafiros. A la altura del vientre llevaba la Medalla de la Ciudad, mientras que con la mano derecha sujetaba un pañuelo de encaje, y con la derecha dos rosarios.
A los pies de la Virgen de la Victoria se colocó un enorme centro floral con rosas y claveles de color rosa, calas blancas, antirrhinum, estátice, paniculata, ruscus y helechos. Seis jarras del paso de palio dispuestas en distintos puntos contenían las mismas flores, que también se veían en los doseles laterales del altar.
Flanqueaban a la dolorosa cuatro blandones dorados con cera blanca, y en el centro de cada pareja se situó uno de los ángeles de orfebrería que figuran entre los varales centrales del paso de palio de la Virgen de los Dolores del Cerro.
Detrás, se podían ver algunos de los elementos del paso de palio de la Virgen de la Victoria, como el techo, parte de los respiraderos y dos varales. Encima del techo se colocó una pequeña pieza de crestería dorada, y delante, además de dos de las jarras ya mencionadas, había catorce candeleros con cera blanca y dos de los ángeles de Pedro Roldán que decoraban el desaparecido paso del antiguo Cristo de la Púrpura.
Los otros dos ángeles se ubicaban en los doseles laterales, entre guardabrisas. En el de la izquierda estaba la bandera del cortejo de la Virgen, y en el de la derecha se encontraba la del cortejo del Cristo, ambas colocadas en posición diagonal.
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