Durante las jornadas del domingo y del lunes, María Santísima de los Dolores, de la Hermandad de las Tres Caídas de Jerez, estuvo expuesta en solemne veneración en el presbiterio alto del Santuario de San Lucas a los pies del Santísimo Cristo de la Salud, cuyo acto de veneración tuvo lugar el pasado Miércoles de Ceniza (ver).
La Virgen de los Dolores fue vestida con su manto de salida y con la saya burdeos que también suele llevar en la estación de penitencia del Miércoles Santo; ambas prendas están bordadas en oro. Además, lucía la corona procesional, tenía un puñal y un broche en el pecherín, y a la altura del vientre un alfiler con su advocación. En las manos sujetaba un pañuelo con la derecha, y un rosario y unos escapularios con la izquierda.
La imagen se elevaba sobre una doble peana; una plateada con una media luna, y otra de color rojo. Y junto a ella, sobre sendos pies de base cuadrada, se dispusieron un total de seis jarras de su paso de palio con diversas flores de tonalidad blanca, principalmente claveles.
Delante, se colocaron catorce candeleros con cera blanca divididos en dos grupos de siete. El de la izquierda estaba sobre una peana en la que se leía "Mater", y el de la derecha sobre otra peana con la palabra "Dolorosa".
Por su parte, junto al Cristo de la Salud había doce candeleros con cera color tiniebla, seis a cada lado, mientras que en el lado derecho se situó el estandarte corporativo. Hay que subrayar que la reciente restauración del retablo mayor de San Lucas ha supuesto recuperar una magnífica obra que actualmente está presidida por Nuestra Señora de Guadalupe, titular letífica de la Hermandad de las Tres Caídas.
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