La Hermandad de las Cigarreras celebró ayer su vía crucis, lo que supuso que tres años después el Señor Atado a la Columna se reencontrara con las calles del barrio de Los Remedios. Eran las siete y media de la tarde cuando el cortejo comenzó a salir de la Capilla de la Fábrica de Tabacos, encabezado por la cruz alzada entre ciriales, seguida de varias parejas de hermanos con cirios morados, el estandarte corporativo, el coro de la Hermandad de Jesús Despojado, la capilla musical de la Banda de María Santísima de la Victoria y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
Sin salir aún a la calle el Señor, se dio inicio al rezo del vía crucis señalando que las intenciones de éste eran la paz en Ucrania, el bienestar del barrio y el de todos los hermanos. Seguidamente, se rezó la primera de las estaciones.
A continuación, el Señor Atado a la Columna salió de la capilla a la plaza del recinto interior de la antigua fábrica. Iba portado en unas andas iluminadas por cuatro candelabros de color caoba con tres guardabrisas cada uno, y adornadas por una combinación de claveles rojos, limonium y lirios morados, crisantemos verdes y estátice lila.
La familia Villanueva se encargó de guiar las andas, en las que el Señor lucía las potencias de plata labradas en 2016 por Joaquín Ossorio para el Cristo de la Púrpura de José Antonio Navarro Arteaga. Tras rodear la fuente del recinto, como hace la cofradía el Jueves Santo, el Señor salió a Juan Sebastián Elcano y se dirigió a Virgen de la Victoria.
Al girar hacia la calle Virgen de la Victoria, el sol de la tarde iluminó al Señor Atado a la Columna, que poco después se detuvo y tuvo lugar el rezo de la segunda estación del vía crucis. Minutos más tarde siguió avanzando hacia la confluencia entre la calle dedicada a la dolorosa cigarrera y Asunción, la principal arteria del barrio de Los Remedios.
Antes de tomar Asunción, se rezó la tercera estación y a continuación las andas giraron a la derecha para recorrer algunos metros, siguiendo hasta este punto el itinerario habitual del inicio de las estaciones de penitencia de cada Jueves Santo.
El itinerario del vía crucis continuó por Virgen de Regla y Virgen de Begoña, pasando posteriormente por el colegio Santa Ana y por la Parroquia de los Remedios. Más tarde, saldría de nuevo a Asunción y a Virgen de la Victoria para regresar, ya de noche, a su capilla.
La próxima vez que el Señor Atado a la Columna vuelva a las calles saldrá de los límites del barrio y cruzará el Guadalquivir para llegar la carrera oficial y hacer estación de penitencia en la Catedral. Será entonces Jueves Santo y estará acompañado por la Virgen de la Victoria, que preside ya su paso de palio.
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