Los hermanos del Museo aprobaron anoche la salida extraordinaria de María Santísima de las Aguas el próximo 15 de octubre, tras la eucaristía que tendrá lugar al aire libre en la propia plaza del Museo con motivo de los dos siglos y medio de la imagen que hizo Cristóbal Ramos.
El Arzobispado de Sevilla ya había dado su consentimiento a esta salida, planteada como el colofón a la misión evangélica que la hermandad está desarrollando durante este año en el barrio de San Vicente, pero faltaba consultar a los hermanos en un cabildo extraordinario si estaban de acuerdo. De los 201 votos emitidos, un total de 180 fueron a favor de la salida, frente a 19 en contra. Asimismo, se registraron un voto nulo y otro en blanco.
Y puestos a dar la palabra a los hermanos, la junta de gobierno también quiso preguntarles si les parecía bien que en dicha salida de octubre la Virgen de las Aguas lleve sus manos originales, que incomprensiblemente fueron sustituidas en 1922 por las actuales, talladas por Antonio Infantes Reina. Las manos originales tienen la particularidad de estar unidas y presentar los dedos entrelazados, pero al quitar la dolorosa del paso del Cristo de la Expiración y hacerle un paso de palio, la hermandad se dejó llevar por la imitación y consintió en robarle a su Virgen una característica que la hubiera hecho única en la Semana Santa sevillana. Y así hasta hoy.
El resultado de la votación en esta segunda pregunta fue de 160 votos a favor, 39 en contra y dos votos nulos. Lo cierto es que no habría tenido ningún sentido que los hermanos se negasen a devolverle a la Virgen de las Aguas sus manos originales cuando precisamente lo que se va a celebrar con esa salida es el CCL aniversario de su realización por Cristóbal Ramos. Nadie habría entendido (al parecer 39 hermanos sí) presumir de dolorosa de Ramos dejando en la vitrina una parte de la obra de dicho imaginero para el que todo son merecidas alabanzas en la hermandad.
Es más, lo que quien esto escribe no entiende es que la recuperación de las manos originales vaya a ser algo efímero, sólo para el 15 de octubre, y no definitivo, aunque sea únicamente por respeto a la memoria de Cristóbal Ramos y a la integridad de su obra. Pero bueno, algo es algo...
La verdad es que el pobre de Cristóbal Ramos no ha tenido demasiada suerte en el trato a sus dolorosas procesionales. Recordemos que en 1954 la Hermandad del Silencio decidió cambiar su Virgen de la Concepción por la actual imagen de Sebastián Santos, lo que conllevó que alguien modificara irreparablemente la talla de Ramos, convertida hoy en un simple busto con añadidos textiles y apartada por completo del culto. Precisamente, en la exposición dedicada al CCL aniversario de la Virgen de las Aguas, celebrada la pasada Cuaresma en la Fundación Cajasol, pudieron verse tanto las manos originales de la dolorosa del Museo como el estado actual de la antigua Virgen de la Concepción (ver).
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