La Virgen del Amparo salió a las calles el pasado domingo tras el triduo celebrado días atrás y la función solemne de esa misma mañana. Se trata de una de las glorias que más interés despierta entre los cofrades, por lo que todo el recorrido fue seguido por gran cantidad de personas, como ocurrió una semana antes con la Reina de Todos los Santos (ver).
Después del itinerario que tuvo la corporación el año pasado, en el que buscó algunas calles más amplias, como San Pablo, Reyes Católicos y Pastor y Landero, alcanzando así el barrio del Arenal (ver), en esta ocasión recuperó su discurrir por zonas más habituales, como las inmediaciones del Museo de Bellas Artes.
Lo que no varió fue el horario, ya que a las seis menos cuarto de la tarde se ponía en marcha el cortejo, del que formaron parte la cruz de guía entre faroles, el enorme simpecado, las representaciones de las hermandades del Carmen del Santo Ángel, el Calvario, Montserrat, la Quinta Angustia y la Sacramental de la Magdalena, el libro de reglas y el propio estandarte corporativo de la Hermandad del Amparo.
No tardó en alcanzar la puerta el paso de Nuestra Señora del Amparo, que recorrió toda la nave central desde el lugar que ocupaba en el lado izquierdo del crucero. Ismael Vargas guiaba un año más el paso, que venía adornado con diversas flores, como rosas de color rosa y nardos.
La Virgen salió a la calle Cristo del Calvario y la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras, que por segundo año la acompañó, interpretó el Himno de España, seguido por la marcha "Virgen del Amparo". Con ella, el paso giró a su derecha y se detuvo al finalizar la partitura hacia la mitad de la calle.
Para el resto de la calle Cristo del Calvario, la Banda del Carmen tocó "Quinta Angustia", alcanzando el paso con ella Canalejas, donde giró a su izquierda y se detuvo instantes después. A continuación, continuó su camino con "Virgen de la Estrella". Durante esta chicotá, caminaba junto al paso acompañado de su madre José Luis, un cofrade ciego al que pudimos conocer en la salida de la Hermandad de los Humeros del pasado 12 de octubre (ver). También con la Virgen del Amparo se agarró a su paso y aprovechó la siguiente parada para ponerse delante y acariciar los respiraderos, el canasto e incluso el llamador.
Ismael Vargas volvió a llamar a los costaleros y el paso se levantó para dejar ya la amplitud de Canalejas, tomando ahora la calle Gravina, por la que el paso se internó a los sones de "Señorita de Triana". Después sería el turno de "Virgen del Carmen".
Desde Gravina, la Virgen del Amparo pasó a Pedro del Toro con la marcha "Al Amparo de María", y luego sonó "Cristo en la Alcazaba" hasta la esquina con Bailén. Una enorme cantidad de gente se concentraba en esta parte del itinerario, ya que el enclave, esas callejuelas de naranjos a espaldas del Museo, es especialmente atractivo, sobre todo ya de noche.
Por ese pequeño tramo de Bailén la Banda del Carmen tocó "Virgen del Valle", que dio para llegar a girar a Miguel de Carvajal, donde el paso se detuvo. Ismael Vargas se permitió una pequeña regañina a quienes cangrejeaban delante del paso porque en algunos momentos le dificultaron su labor. "Está muy bien ir de cangrejo, pero hay que saber", dijo.
Cuando el paso volvió a levantarse, sonó la melancólica marcha "Bajo tu amparo" pasando por uno de los extremos de la plaza del Museo, dirigiéndose luego a Monsalves con "Virgen de las Aguas".
La Virgen del Amparo recorrió al completo la calle Monsalves, por la que se pudo escuchar la marcha "Alma de la Trinidad", para salir luego a El Silencio con "Nuestro Padre Jesús". La puerta de la Iglesia de San Antonio Abad estaba abierta de par en par dejando ver al fondo a la Virgen de la Concepción y a San Juan Evangelista. La Hermandad del Silencio recibió a la Virgen en su casa y le cantaron la Salve con el paso vuelto hacia ella.
Minutos después, se dispuso a continuar con la marcha "Virgen del Amparo" y se detuvo antes de tomar la calle Alfonso XII, lo que hizo mientras sonaba "Virgen de Villaviciosa". Con ella, el paso llegó hasta la Iglesia de San Gregorio, a la que también se volvió y donde la esperaba la Hermandad del Santo Entierro, cuyos hermanos cantaron igualmente la Salve.
Enseguida el paso se levantó y a los sones de "Amparo" siguió adelante por Alfonso XII, donde también se escucharon "Esperanza Macarena" y "Nuestra Señora de la Oliva", ésta en el giro a Almirante Ulloa.
En lugar de continuar hacia la plaza del Museo, la hermandad prefirió repetir un tramo de Monsalves, ahora en sentido contrario. Lo hizo mientras la banda interpretaba "Macarena", de Emilio Cebrián. Luego tomó Rafael Calvo a tambor y enseguida pasó a la calle San Roque con "Margot". En esta calle, caracterizada también por su estrechez, sobre todo en un punto concreto, se pudieron escuchar también "Nuestra Señora del Mayor Dolor" y "La Estrella Sublime", llegando con ella prácticamente a la confluencia con San Eloy.
Instantes más tarde, tras un relevo de costaleros, sonó de nuevo "Amparo", tomando otro tramo de la calle Bailén, donde después fue el turno de la composición "Hiniesta", que fue interrumpida cuando el paso se detuvo para que el coro de la Parroquia de la Magdalena le cantase a la Virgen del Amparo.
La Virgen del Amparo se adentró después, con la marcha "Cristo de la Sangre", por la acera de la calle San Pablo situada ante la parroquia. El año pasado, sin embargo, en esta zona pasó por la calzada. Después de una parada delante de la puerta, el paso continuó con "Virgen de Montserrat" en dirección a la capilla de dicha hermandad, que también la recibió con las puertas abiertas de par en par. Lamentablemente, la partitura de Pedro Morales fue interrumpida cuando el paso se detuvo ante el estandarte corporativo de Montserrat. Sus cofrades realizaron una ofrenda floral y cantaron la Salve.
Para marcharse de la capilla, ya de nuevo en la calle Cristo del Calvario, la Banda del Carmen volvió a tocar "Bajo tu amparo", a la que siguió "Virgen del Amparo", primera y última marcha de esta salida procesional, ya que después el paso entró en la Magdalena con el Himno de España a las diez menos veinte de la noche.
Una vez dentro, el paso se paró en el coro bajo y se cantó la Salve Regina, para después seguir por la nave central hasta el presbiterio, donde el párroco y director espiritual, Francisco Román, dirigió las oraciones finales. A las Glorias, cuyo cartel del año pasado protagonizó precisamente la Virgen del Amparo (ver), les van quedando ya pocas citas procesionales en el calendario de 2022. Pero todavía quedan...
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