Por fin en este 2022, sin lluvias y sin pandemias, la Iglesia de Santa Catalina ha visto cómo todas las salidas procesionales de su calendario anual se llevaban a cabo, lo que no es mala cosa teniendo en cuenta que el templo reabrió sus puertas tras tres lustros cerrado en noviembre de 2018 (ver), hace ya cuatro años. La Exaltación (ver), la Virgen del Carmen (ver), Santa Lucía (ver) y ayer la Virgen del Rosario han podido salir a las calles este año en sus respectivas procesiones.
La última del calendario, la que es Patrona de la feligresía de Santa Catalina, lo hizo a partir de las seis y media de la tarde. A decir verdad, cinco minutos antes de esa hora se abrieron las puertas de la iglesia dejando ver la cruz alzada entre ciriales que iba a encabezar el cortejo. Pero no salió hasta su hora, una vez que la Banda de Música Ciudad de Dos Hermanas llegó procedente de Ponce de León y ocupó su lugar en Alhóndiga, junto a la puerta.
A continuación, se puso en camino el cortejo, formado por el simpecado, el estandarte corporativo, la representación de la Real Liga Naval, la presidencia, donde se encontraba el párroco, Francisco José Blanc Castán, y el cuerpo de acólitos.
Desde los pies de la nave central, el capataz Emilio Moreno condujo el paso hasta la puerta, deteniéndose algunos metros antes de la calle. La banda tocó en ese momento, con el paso aún dentro, el Himno de Andalucía, que en las dos salidas procesionales de esta hermandad se toca en el momento de la salida antes del Himno de España. Éste, sin embargo, fue interpretado cuando el paso realizó efectivamente su salida del templo antes de detenerse en la pequeña placita que conforma la unión entre las calles Alhóndiga, Santa Catalina y Capataz Manuel Santiago.
Después, el paso se levantó, siendo el párroco de San Román y Santa Catalina el encargado de hacer sonar el llamador. Acto seguido, la Virgen del Rosario se dirigió a Ponce de León mientras la banda tocaba la marcha "Rocío" y tras ella el paso continuó a tambor hasta bien entrada la calle Santiago. La hermandad debía despejar lo antes posible la zona de Ponce de León y Juan de Mesa para que se restableciera el tráfico.
El paso de la Virgen del Rosario, que se prevé que vaya siendo dorado con el paso de los años, aunque son ya bastantes los que lleva concluido en su labor de talla, estaba adornado con diversas especies florales de color blanco. En este sentido, era novedad la presencia de cuatro pequeñas jarritas en las esquinas.
En la calle Santiago, la Banda Ciudad de Dos Hermanas, que acompañó a la Virgen del Rosario por primera vez el año pasado (ver), interpretó "Coronación de la Macarena" y posteriormente "Hiniesta", marcha con la que giró para meterse en Cardenal Cervantes.
"Virgen de los Negritos" fue la marcha escogida para su interpretación en la calle Cardenal Cervantes. "Suena bien la banda", comentaba un hombre a un miembro de la hermandad en este punto del recorrido, donde el capataz quiso dedicarle una levantá a su nieto, llamado también Emilio, que estuvo junto a su abuelo en la delantera del paso para asistir a la dedicatoria.
Con el "Ave María" de Vavilov continuó después el paso rumbo a la plaza de San Leandro. Aquí el cortejo siguió por la parte derecha de la plaza, mientras que el paso y el cuerpo de acólitos se acercaron hasta la puerta del convento, a la que la Virgen llegó después con la marcha "Reinas de Santa Catalina", composición que fue interrumpida cuando el paso se detuvo ante las religiosas agustinas. Teniendo a la Virgen del Rosario delante, las hermanas le dedicaron un cántico.
Tras una levantá por las religiosas, el paso se levantó y la Virgen del Rosario se marchó mientras la banda tocaba "Macarena", de Abel Moreno. Después se produjo una parada de varios minutos hasta que continuó su camino girando a Alhóndiga a los sones de "Procesión de Semana Santa en Sevilla". Tras ella, el paso fue detenido y se produjo un relevo de costaleros.
"Como decía mi amigo Juanma: ¡A la verdad!", dijo en la levantá Emilio Moreno, refiriéndose a Juan Manuel López. Acto seguido el paso se levantó y siguió adelante a tambor, mientras que para la siguiente chicotá fue el turno de la marcha "La Estrella Sublime", con la que la Virgen del Rosario alcanzó casi la esquina con Almirante Apodaca.
Pasando de nuevo muy cerca de su casa de Santa Catalina, la Virgen del Rosario salió de Alhóndiga con "Cristo en la Alcazaba" y buscó la plaza de San Pedro, a la que llegó mientras la Banda Ciudad de Dos Hermanas interpretaba "Virgen de las Aguas".
La marcha finalizó antes de que se completara el giro a Doña María Coronel, por lo que el paso continuó unos metros a tambor hasta que se detuvo junto a la Parroquia de San Pedro. Poco después, la Virgen del Rosario se dispuso a continuar adelante en su itinerario y la banda tocó "Caridad del Guadalquivir".
La Virgen del Rosario, que volvió a lucir su manto procesional de terciopelo rojo y la saya blanca, ambos bordados en oro, pasaría después por Gerona, Bustos Tavera (con parada ante la Hermandad de la Mortaja), Peñuelas, San Román, Sol (visitando a la Hermandad de la Cena) y plaza de los Terceros, antes de volver a Santa Catalina por Capataz Manuel Santiago.
"Macarena", de Emilio Cebrián, y "Pasan los campanilleros" fueron las últimas marchas que sonaron para la Virgen del Rosario de Santa Catalina, que tras una parada ante la puerta se levantó a pulso y entró en el templo con el Himno de España cuando pasaban dos minutos de las once menos cuarto de la noche.
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