Como es tradicional, la Hermandad del Rosario de San Julián ha instalado esta Navidad un nacimiento en la parroquia con su propia imagen titular, acompañada de una talla de San José que posee la corporación y que no se encuentra expuesta al culto durante el resto del año.
La Virgen del Rosario aparece sentada y vestida con saya blanca de tisú bordada en oro, manto rosa con flores bordadas y toca de tul. Luce una corona plateada y un juego de pendientes. Además, tiene en la mano derecha unas rosas, mientras que con la izquierda sujeta en su regazo al Niño, aunque éste en ocasiones se sitúa sobre la cuna, formada por varios elementos del paso procesional.
San José, por su parte, viste una túnica marrón, un mantolín amarillo y un pañuelo alrededor de la cabeza. También luce un nimbo y con la mano izquierda sostiene una pértiga del cuerpo de acólitos de la hermandad.
Ante estas imágenes vemos un gran número de flores, además de alimentos tales como huevos, pan, limones, naranjas, nueces, castañas, lentejas, arroz, uvas, granadas y garbanzos. Y también se representan en sendos cofres los regalos dejados por los Reyes Magos.
El portal está representado por un cortinaje de damasco rojo abierto en el centro, donde hay dos blandones dorados, para dejar hueco a las imágenes y a un espejo ovalado con un marco dorado. Y detrás hay un panel de terciopelo rojo con otros dos pequeños espejos, tul blanco bordado en la parte superior y unas colgaduras de flores. Finalmente, en los laterales se pueden ver unas columnas doradas en forma de estípites que sostienen unos candelabros dorados con apariencia de flores y con siete velas blancas cada uno.
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