María Santísima del Rocío, de la Hermandad del Beso de Judas, fue repuesta al culto ayer en la Parroquia de San Ildefonso después de una breve intervención llevada a cabo por Juan Manuel Miñarro, a cuyo taller había sido trasladada el pasado 13 de enero.
A lo largo de los escasos 18 días que la dolorosa ha pasado fuera del templo, Miñarro ha realizado una limpieza para eliminar la suciedad que presentaba la talla, ha repuesto las pérdidas de policromía provocadas por alfilerazos en el proceso de vestirla y ha modificado el sistema de las articulaciones de las manos para facilitar su manipulación y darle más naturalidad a su postura.
Esta intervención fue aprobada por los hermanos del Beso de Judas en un cabildo general extraordinario que tuvo lugar el pasado mes de octubre, y en el que se dio luz verde a que Miñarro también tratara a Nuestro Padre Jesús de la Redención, lo que hizo a finales de noviembre.
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