La Hermandad de la Resurrección celebró este sábado el llamado Vía Crucis de la Misión, presidido por la imagen de María Santísima del Amor llevada en andas por las calles cercanas a la Iglesia de Santa Marina. Todo comenzó minutos antes de las seis y media de la tarde, cuando se inició el rezo de las diferentes estaciones, que en este caso son quince, ya que se incluye la Resurrección del Señor como la última.
La cruz de guía de la corporación abría el cortejo, al que seguían varias parejas de hermanos con cirios blancos, el estandarte corporativo, un trío de viento de la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, y el cuerpo de acólitos. Y antes de las andas, comandadas por Antonio Santiago y sus auxiliares, veíamos la cruz de guía de la Hermandad de los Javieres, hermanada con la Resurrección, entre hachetas.
La Virgen del Amor se presentó para este vía crucis sin la cruz a su espalda que ha sido habitual en años anteriores. La dolorosa de Jesús Santos vestía un manto de terciopelo azul liso, una saya roja con bordados en oro y la toca de salida de la Virgen de la Aurora. Además, tenía una corona plateada, un puñal, un alfiler con su advocación y sujetaba una corona de espinas con sus manos.
Las andas estaban iluminadas con dos de los antiguos candelabros de los costeros del paso del Resucitado, del que también procedían los adornos de madera dorada de las esquinas. En cuanto al exorno floral, contaba con diferentes especies de color blanco. Finalmente, hay que mencionar la presencia del llamador del paso de palio de la Aurora.
La Virgen del Amor salió de Santa Marina a la rotulada el pasado mes de octubre como plaza del Señor de la Resurrección y posteriormente tomó la calle San Luis hasta la plaza de San Marcos para girar a la calle Castellar. A partir de ahí, el recorrido continuó por Churruca, Almirante Espinosa, Infantes, San Blas, plaza del Cronista, Virgen del Carmen Dolorosa, Arrayán y San Luis.
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