El Santísimo Cristo de la Corona estuvo expuesto en besapié el pasado fin de semana ante la capilla de los Marqueses de Yanduri, frente a la Capilla Real de la Catedral. La imagen, sobre una estructura de gran altura y un monte de corcho salpicado de flores, se encontraba ante un cortinaje de terciopelo negro que, a modo de dosel, cubría la reja de acceso a dicha capilla. El Nazareno llevaba corona de espinas y las potencias de Hijo de Luis Jiménez estrenadas hace dos años.
Flanqueando al Cristo de la Corona veíamos dos candelabros de plata con tres velas blancas cada uno, mientras que más hacia los extremos se colocaron un total de seis grandes blandones de plata con cirios también blancos, cuatro jarras con orquídeas moradas, dos centros con las mismas flores y cuatro guardabrisas.
Dos de las jarras y dos de los guardabrisas estaban colocados sobre un par de mesas de madera dorada, mientras que las otras dos jarras y los centros florales, así como los candelabros, estaban colocados sobre sendos pies de madera dorada de base cuadrada.
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