Cada mes de julio, de la clausura del Convento de Santa Ana, de Madres Carmelitas, sale al templo una pequeña imagen de la Virgen del Carmen que sólo las religiosas pueden ver en su día a día durante todo el año. También en este mes de julio, especialmente en estos días cercanos a su festividad, podemos ver dicha imagen, que está situada, como es habitual, en el lado del Evangelio de la iglesia conventual.
Sobre una peana de madera dorada se presenta la Virgen del Carmen vestida con un manto blanco de brocado y con un conjunto de saya y escapulario de terciopelo marrón con bordados en oro. Además, lleva una toca de sobremanto de tul con decoración floral y una corona plateada. El Niño Jesús, por su parte, viste de blanco y ambos sostienen sendos escapularios de mano, extendiendo la Virgen la derecha para ofrecerla a los devotos.
Una alfombra delimita el espacio que ocupa la imagen y sobre ella vemos también dos candeleros y dos columnas de fuste salomónico, todo ello de madera dorada. Los candeleros cuentan con cirios de color blanco, mientras que en las columnas se elevan unos centros florales de gran tamaño con diferentes especies florales de varias tonalidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario