Santa María de Consolación Madre de la Iglesia permanece expuesta en besamanos este fin de semana en la Parroquia de la Concepción Inmaculada, donde recibe a sus devotos frente a la puerta que da a la avenida de la Cruz del Campo, elevada sobre una fina peana plateada.
La dolorosa de Dubé de Luque se muestra vestida con su manto procesional, con la saya de malla bordada que también suele lucir en las calles cada Miércoles Santo y con la saya que igualmente llevó este año en su estación de penitencia. Sobre la cabeza tiene su corona de salida y en la mano izquierda un rosario y su barquita de oro que fue recuperada a principios de este año tras haber sido robada junto a otras joyas en noviembre de 2020.
En el pecherín luce la Medalla de la Ciudad, la réplica de la cruz pectoral del Cardenal Bueno Monreal que también fue robada, un puñal, un alfiler con su advocación y un broche con el escudo de la Hermandad de San Bernardo. Por otro lado, lleva un fajín rojo con borlones dorados del que penden otros broches.
La Virgen de Consolación, que ofrece a los fieles su mano derecha, está flanqueada por dos grandes blandones de madera dorada con cirios blancos y por dos columnas decoradas simulando el mármol y que sostienen sendas jarras de su paso de palio con rosas, azucenas y nardos, todo de color blanco. Otras dos columnas y jarras con las mismas flores están delante de todo el conjunto, algo más separadas que las anteriores. Además, en el suelo, a los pies de la dolorosa, hay un gran centro con las especies florales mencionadas.
Detrás de la Virgen, ante un cortinaje de damasco rojo, hay un dosel de cultos con crestería de madera dorada y gotera de terciopelo rojo liso que tiene en su centro un resplandor con el emblema mariano. Y en los laterales del dosel vemos dos de los arcángeles del paso del Cristo de la Sed sujetando filacterias azules en las que pone "Mater Ecclesiae". Y junto a cada arcángel hay dos pequeños faroles de plata.
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