La Hermandad de Santa Genoveva celebró el pasado domingo, un año después de su salida extraordinaria bajo palio (ver), el rezo del Santo Rosario con la Virgen de las Mercedes llevada en andas por las calles del Tiro de Línea. Fue el último culto en honor a la dolorosa tras el triduo, la función solemne y su besamanos.
Este año el rosario tenía como destino el Colegio Diocesano Nuestra Señora de las Mercedes, por lo que hasta allí se desplazó el cortejo, que salió de la parroquia a las nueve de la mañana con la cruz alzada entre ciriales, diversas parejas de hermanos con cirios blancos, el estandarte corporativo y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
Desde el presbiterio de la parroquia, las andas con la Virgen de las Mercedes se encaminaron a la puerta de la calle Romero de Torres guiadas por el capataz Carlos Villanueva. La dolorosa de José Paz Vélez vestía el manto de camarín rojo estrenado el año pasado, diseñado y bordado en oro por Alfonso Torralva Navarro, así como la saya azul bordada por Carlos Bayarri Muñoz en 2010.
Además, tenía un fajín hebraico, la corona procesional, un rosario en la mano izquierda, un pañuelo en la derecha y diversas joyas en el pecherín, como el broche con el emblema de la Merced, un alfiler con la advocación de la dolorosa y la Medalla de la Ciudad.
Nada más salir de la parroquia y girar a su izquierda, la Virgen de las Mercedes se detuvo para el rezo del primer misterio del Santo Rosario. Eran los misterios gloriosos al ser domingo y tanto el lugar como el misterio que tocaba se indicaban en las banderolas celestes colocadas a lo largo del itinerario. La Resurrección del Señor era el primer misterio, cuyo rezo fue acompañado, como lo estarían los demás, por un coro interpretando distintos cánticos de alabanza a la Virgen.
La confluencia entre Romero de Torres y la avenida de los Teatinos estaba engalanada con farolillos, bajo los que pasó la Virgen de las Mercedes en el camino marcado este año para el rosario matinal. Dos candelabros de tres guardabrisas cada uno iluminaban las andas, que estaban además adornadas con unas muy variadas y coloridas especies florales a juego con las que tienen bordados los faldones.
La dolorosa del Tiro de Línea tomó la avenida de los Teatinos y avanzó llevada por sus hermanos, deteniéndose un par de veces; una de ellas, a la altura del número trece de la calle, donde se rezó el segundo misterio glorioso, la Ascensión del Señor.
El tercer misterio, la Venida del Espíritu Santo, se rezó muy cerca del segundo, en el número doce de la calle Coullaut Valera, en cuya fachada había una enorme fotografía con un primer plano del rostro de la Virgen de las Mercedes.
Desde Coullaut Valera, la Virgen de las Mercedes cruzó la principal arteria del barrio, Almirante Topete, para llegar hasta Doña Clarines, donde el sol de la mañana la iluminó con toda su fuerza. Instantes después, continuó hacia el siguiente tramo y se paró a la altura del número cuatro, donde tuvo lugar el rezo del cuarto misterio, la Asunción de María al Cielo.
El recorrido de este rosario con Nuestra Señora de las Mercedes continuó por Cancionera. Hacia el final de esta calle una banderola celeste colgando del balcón de unos vecinos indicaba el lugar del quinto misterio glorioso, la Coronación de la Virgen. Hasta ese punto se dirigió la dolorosa y se detuvo antes de seguir hacia la glorieta Párroco Carlos Rodríguez Baena, a pocos metros de alcanzar su destino.
Nuestra Señora de las Mercedes llegó a la altura de la puerta de acceso al patio del colegio diocesano que lleva su nombre. Carlos Villanueva dio instrucciones para que los hermanos que portaban las andas girasen para que la entrada se llevara a cabo con la Virgen mirando hacia el exterior.
Tras una breve parada en la que los hermanos aprovecharon para darse la vuelta, sobre las diez y cuarto se produjo la entrada en el patio, teniendo que subir algunos escalones. Ya en el patio, la Virgen de las Mercedes fue llevada al lugar preparado para ejercer de altar de la misa que iba a celebrarse a continuación, compuesto de un cortinaje de terciopelo rojo y unos reposteros con unas jarras de flores bordadas.
Después de la eucaristía en el colegio, tuvo lugar el regreso de la Virgen de las Mercedes de Santa Genoveva a la parroquia, para lo que contó con el acompañamiento musical de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen, de Salteras.
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