La Hermandad de los Sastres celebró este sábado su salida procesional, durante la cual la Virgen de los Reyes visitó la Iglesia de Santiago, siendo recibida por la Hermandad del Beso de Judas. Después de que los titulares de la cofradía del Lunes Santo hayan estado durante tres años en San Ildefonso por obras en su templo, ahora ha sido la cofradía letífica la que ha querido compartir techo con ellos en su casa, aunque de forma efímera.
A las siete en punto de la tarde, aunque las puertas de San Ildefonso estaban abiertas antes, se puso en camino el cortejo procesional, encabezado por la cruz alzada entre faroles. Detrás iban las representaciones del Colegio de San José de las Mercedarias y de la Hermandad Sacramental de San Ildefonso. Después veíamos el libro de reglas y el estandarte propio de los Sastres, la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales y vistiendo dalmáticas celestes.
A las órdenes de Carlos Yruela como capataz, el palio de tumbilla de la Virgen de los Reyes se acercó hasta la puerta desde el presbiterio. Antes de salir se detuvo y se aprovechó para fijar la colocación de uno de los candelabros del costero izquierdo, que se movía demasiado.
Subsanada la cuestión, el paso se levantó a pulso, como haría durante todo el recorrido, y procedió a salir a la calle. Recibió a la Virgen la Banda del Rosario de Sanlúcar la Mayor, que se ha estrenado este año tras el paso, sustituyendo a la Banda de Las Cigarreras. Sonó el Himno de España y posteriormente la marcha "Reina de los Sastres" mientras el paso comenzaba a girar a su izquierda en la plaza de San Ildefonso, donde luego se detuvo.
La Virgen de los Reyes vestía manto de raso de tonalidad rosa y saya blanca; los mismos colores del exorno floral que llevaba el paso, compuesto de rosas y calas salpicadas de otras flores de menor tamaño.
Tras esta primera parada en la calle, el paso se levantó y, a los sones de "La Estrella Sublime", tomó la estrechez de Zamudio, parándose nuevamente cuando se completó la partitura antes de alcanzar la plaza de San Leandro, lo que hizo luego con la marcha "Triana de Esperanza".
La composición de Claudio Gómez Calado sirvió para que la Virgen de los Reyes llegara hasta la puerta del cenobio de las madres agustinas, que le cantaron cuando el paso se detuvo con el paso vuelto hacia ellas. De todo esto fue testigo el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que, dentro de su habitual recorrido cofradiero de los fines de semana, estaba en este punto con la Hermandad de los Sastres.
"Procesión de Semana Santa en Sevilla" fue la marcha que la Banda del Rosario interpretó para que el paso continuara su camino desde San Leandro, parándose luego en la confluencia de Francisco Carrión Mejías con Cardenal Cervantes. Por esta última siguió después a tambor, aunque más adelante sonó "Macarena", de Abel Moreno.
Desde Cardenal Cervantes, el paso de la Virgen de los Reyes salió a la calle Santiago, momento en que la banda interpretó la marcha "Coronación", quizá como guiño relacionado con la anunciada Coronación Canónica de María Santísima del Rocío para julio de 2025. Con el fin de la composición que en 2002 se dedicó a la Virgen de los Dolores del Cerro, el paso se volvió a parar, ahora junto a la calle Ave María.
Cuando el paso volvió a levantarse, cayó una petalada mientras avanzaba, sonando ahora "Como tú, ninguna". Con ella, la Virgen de los Reyes de los Sastres giró a su derecha para tomar la plaza Jesús de la Redención. Los cofrades del Beso de Judas la esperaban junto a la puerta de Santiago con su estandarte corporativo. Pero antes de llegar al templo, y con el cortejo de la cofradía ya entrando, el paso volvió a detenerse.
Seguidamente, Carlos Yruela mandó que el paso se levantara y la Banda del Rosario empezó a tocar la marcha "Rocío", como se esperaba. La Virgen de los Reyes fue girando a su izquierda y acercándose poco a poco a la puerta. La representación de la cofradía del Beso de Judas se situó entonces delante del paso y entró con él en una Iglesia de Santiago que se llenó de cofrades que acompañaban a la Hermandad de los Sastres y que no quisieron perderse la estampa de ver su paso en el interior del templo recientemente reabierto.
Cuando entró, fue conducido hasta la nave central y se volvió hacia el altar mayor para mirar a una iluminadísima Virgen del Rocío, que destacaba ante la relativa oscuridad en la que se encontraba la iglesia. En este punto se aprovechó para hacer un relevo de costaleros.
La cofradía salió de Santiago por la puerta que da a la calle Lanza. Cuando asomó el paso de la Virgen de los Reyes a esta puerta, la Banda del Rosario de Sanlúcar tocó "Pasa la Virgen de la Soledad", con la que recorrió ese tramo más ancho para volver a la calle Santiago.
La Virgen de los Reyes continuó luego por Juan de la Encina, Calería, Imperial y Medinaceli, parando ante la puerta de la Iglesia de San Esteban, y luego siguió hacia la plaza de Pilatos, Águilas, Cabeza del Rey Don Pedro, Boteros y San Ildefonso, donde entró sobre las diez y media de la noche.
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