La Hermandad de Pasión y Muerte ha celebrado este viernes su rosario vespertino, siendo el segundo año en que este culto tiene lugar en el mes de octubre después de varios años en mayo. Tras la misa de las ocho de la tarde comenzó a organizarse la salida de Nuestra Señora del Desconsuelo y Visitación, que se encontraba preparada sobre la parte superior de las andas en el lado derecho del presbiterio de la Parroquia del Buen Aire.
La dolorosa se presentó para este culto vestida con un manto liso de color azul, una saya dorada de brocado, un fajín hebraico y un tocado plateado. Lucía su corona y en el pecherín veíamos el broche con el corazón de orfebrería, el puñal dorado con circonitas estrenado en este mismo culto el año pasado, el broche de la Estrella y varias medallas. Además, en sus manos entrelazadas sujetaba un rosario y un pañuelo.
Para empezar el rosario tomó la palabra la diputada de Cultos y Formación de la hermandad, Aurora Romero Martín, quien pronunció la oración inicial y subrayó que con este rezo se iba a pedir a la Virgen del Desconsuelo y Visitación por el fin de las guerras, así como por la lluvia, por la salud de todos los feligreses y por las almas de los difuntos.
Seguidamente, se puso en camino el cortejo, formado por cruz parroquial entre faroles, hermanos con cirios morados, el guión de la Virgen del Buen Aire, la presidencia y el cuerpo de acólitos, ante el que después en la calle se sumaría un sexteto de viento y un tambor de la Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor.
Los hermanos bajaron a la dolorosa del presbiterio y, tirando de la parte superior de las andas, la condujeron hacia la puerta de la parroquia. Fuera ya se encontraba la estructura inferior. En el momento de la salida, la banda empezó a interpretar el "Ave María" de Vavilov mientras los hermanos colocaban a la Virgen del Desconsuelo y Visitación en su lugar.
Cuando la banda finalizó su interpretación, se rezó el primero de los misterios del rosario, que en este caso eran los dolorosos, como corresponde los viernes. Después, las andas se levantaron y se dirigieron a la calle Teniente Rodríguez Carmona mientras los músicos tocaban "Aquella Virgen".
Minutos más tarde, la Virgen del Desconsuelo y Visitación salió a la calle Salado desde Manuel Rodríguez Alonso y luego giró a Virtud; en ese trayecto sonó "Macarena", de Emilio Cebrián. En la calle Virtud se rezó el segundo misterio doloroso y, a continuación, la Virgen siguió su camino a los sones de "Calvario".
Las andas, iluminadas con cuatro candeleros con cera blanca y adornadas con dos jarras y dos frisos con rosas de color rosa, margaritas y astromelias blancas y antirrhinum, salieron a la calle Trabajo, donde los músicos de Mairena del Alcor interpretaron "Nuestro Padre Jesús". Más tarde, tras una parada poco después del cruce con Virgen de Fátima, la dolorosa de Navarro Arteaga continuó a los sones de "Quinta Angustia".
A partir de ahí, la Virgen del Desconsuelo y Visitación dejó la amplitud de Trabajo para recorrer las pequeñas calles con nombres de vírgenes tan características de esta zona de Triana, antes de volver a las situadas al otro lado de Virgen de Fátima y regresar luego a la Parroquia del Buen Aire.
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