La Hermandad de la Paz ha decidido en la mañana de este domingo realizar el rezo del Santo Rosario en el interior de la Parroquia de San Sebastián en lugar de llevar a su dolorosa por las calles del Porvenir. La lluvia que caía poco antes de las ocho de la mañana, hora prevista para la salida del cortejo, llevó a tomar esta decisión, cancelando por tanto el recorrido de la Virgen de la Paz por su barrio.
El párroco y director espiritual de la hermandad, Isacio Siguero, ha dirigido el rezo de los cinco misterios gloriosos del rosario desde el altar mayor del templo, donde la Virgen estaba sobre las andas. Además, el coro de campanilleros de la Hermandad de San José Obrero ha participado con sus cánticos durante todo el culto, como lo habría hecho si la cofradía se hubiera echado a la calle.
Seis candeleros con cera blanca, tres a cada lado, iluminaban las andas, mientras que el exorno floral se componía de nardos en las esquinas y un friso de claveles blancos. En cuanto a la Virgen de la Paz, vestía su habitual manto de besamanos, del taller de Sucesores de Caro (2009), y la saya de Bordados Salteras (2002), piezas ambas bordadas en plata sobre tisú.
Por otro lado, lucía la corona de salida sobre la cabeza, varios broches y una cruz en el pecherín, la rama de olivo de plata en la mano izquierda y un pañuelo en la derecha. Y en cada mano tenía también un rosario, mientras que en la cintura llevaba el fajín rojo con borlones dorados y algunas medallas.
Tras las letanías del rosario y las últimas palabras de Isacio Siguero, que recordó la importancia de pedir a la Virgen por la paz en estos momentos tan convulsos y que agradeció la lluvia como un don de Dios, todos los presentes en el templo cantaron la "Salve Regina" y el coro de San José Obrero interpretó un último cántico con la melodía de la marcha "Caridad del Guadalquivir".
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