La Hermandad de Santa Lucía celebró en la mañana del pasado domingo su salida procesional, que estuvo marcada por el sol que iluminó con fuerza a la santa e hizo sentir un intenso calor a quienes la acompañaron por las calles en una jornada veraniega.
A las once de la mañana comenzó la procesión desde la Iglesia de Santa Catalina, buscando la cofradía en primer lugar la calle Sol para parar ante la Iglesia de los Terceros y luego ante San Román. Más adelante, se introdujo por Matahacas y tomó Pinto y Valle, buscando por allí la llegada al Santuario de los Gitanos, cuya hermandad la estaba esperando en la puerta.
Por Valle venía Santa Lucía andando a tambor, pero hacia el final de la calle, tras una parada, la Banda de Música Nuestra Señora del Sol empezó a tocar "A ti, Manué", marcha con la que el paso, comandado por Juan León, se fue acercando a la puerta de los Gitanos.
Fue curioso ver cómo la gente que contemplaba la cofradía, dejó al paso prácticamente solo en el centro de la plaza Señor de la Salud, donde el sol apretaba, y se refugió en la sombra para ver la escena desde una cierta lejanía. Rosas, nardos, lisianthus y claveles, entre otras flores, adornaban el paso generando una mezcla de tonalidades muy diversas.
Ante las puertas del Santuario, la siguiente levantá se dedicó a la cofradía de la Madrugá, cuyo hermano mayor, José María Flores, fue el encargado de hacer sonar el llamador. Poco a poco, y a los sones de "Reina de San Román", el paso fue girando y buscando la sombra de la calle Verónica.
Posteriormente, Juan León pidió a los costaleros que la levantá fuera por un compañero que se había quedado en Utrera "con la pierna escacharrá", deseando que el año que viene pueda unirse a la cuadrilla. Sonó entonces "Aniversario macareno" y luego la levantá fue por Juan. "Por un amigo nuestro que está aquí disfrutando y por su familia", dijo el capataz refiriéndose a un joven que veía a Santa Lucía en la esquina de Verónica con Butrón.
Por ésta se metió luego el paso mientras la Banda del Sol tocaba "Auxilium Christianorum", tras la que hubo otra chicotá a tambor una vez superada la parte más estrecha de esta calle.
Desde Butrón, el paso de Santa Lucía salió a Sol mientras sonaba "Macarena", de Emilio Cebrián. Y más adelante, volvió a la plaza de San Román con "Hosanna in excelsis". El párroco, Francisco José Blanc Castán, estaba de nuevo en la puerta, aunque en este caso el paso no se volvió ante ella, lo que ya había hecho antes, sino que simplemente se paró unos instantes delante.
Santa Lucía buscó entonces la calle Peñuelas, en la que sonó una curiosidad, "Capitán León", un pasodoble compuesto hace un siglo por Manuel López Farfán y dedicado a un compañero suyo en el ejército, del que el capataz de Santa Lucía, Juan León, es nieto.
A este momento le siguió una chicotá a tambor mientras el paso discurría bajo las banderas de España que se habían puesto entre los balcones de la calle, colaborando algunos vecinos en alzarlas para que la santa pudiera pasar sin engancharse en ellas.
Santa Lucía siguió su camino tomando la calle Bustos Tavera a los sones de "Al cielo la Reina de Triana", con la que llegó hasta la puerta del antiguo Convento de la Paz, donde recibió a la cofradía la Hermandad de la Sagrada Mortaja. El paso se volvió ante ella y su hermano mayor, Juan Manuel Fernández, tocó el llamador.
Con "La Estrella Sublime" se alejó el paso hasta detenerse poco antes de alcanzar la plaza de los Terceros para un relevo de costaleros. Luego salió a la plaza a tambor antes de tomar la calle Gerona con "La Madrugá", seguida de una chicotá a tambor.
A continuación, el paso de Santa Lucía se levantó y giró a la izquierda en Doña María Coronel mientras la Banda de Música del Sol interpretaba "Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono". Y de una marcha dedicada al crucificado de la primera hermandad del Martes Santo, a otra dedicada al crucificado de la última cofradía de dicho día, dado que, tras una chicotá a tambor, Santa Lucía salió a la plaza de San Pedro y llegó hasta el inicio de Almirante Apodaca con "Cristo en la Alcazaba".
En Almirante Apodaca se produjo un nuevo relevo de costaleros y luego hubo una primera chicotá a tambor antes de que el paso, discurriendo de nuevo junto a su templo de Santa Catalina, volviera a alejarse de él girando ahora a la derecha en Alhóndiga, lo que hizo con "Pasan los campanilleros".
El itinerario continuó hacia la plaza de San Leandro, con parada ante las religiosas agustinas del convento del mismo nombre, para después regresar a Santa Catalina por Francisco Carrión Mejías y Ponce de León. Se cerró entonces esta salida procesional, aunque, en algo menos de dos meses y medio, la hermandad volverá a vivir una celebración especial en torno a Santa Lucía, como será el día de su festividad.
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