martes, 10 de octubre de 2023

TRES HORAS EN LAS CALLES JUNTO A LA ENCARNACIÓN DE LOS TERCEROS


La Hermandad de la Cena celebró este domingo la salida procesional de su titular letífica, Nuestra Señora de la Encarnación, que recorrió en unas tres horas las calles de la feligresía de San Román y Santa Catalina. Eran las siete de la tarde cuando se abrían las puertas de la Iglesia de los Terceros y comenzaba la salida del cortejo, encabezado por una cruz alzada con manguilla entre ciriales.
Detrás, entre hermanos portando cirios, vimos el estandarte de la Esclavitud de la Encarnación, así como el propio estandarte corporativo de la Hermandad de la Cena, la presidencia (con el párroco, Francisco José Blanc Castán, junto al hermano mayor, Álvaro Enríquez) y el cuerpo de acólitos, con cuatro ciriales y dalmáticas celestes.





A las órdenes de Antonio Santiago, padre e hijo, el paso de la Virgen de la Encarnación salió pronto del templo a la calle Sol, momento en que la Banda de Música del Maestro Tejera tocó el Himno de España y la marcha "La esclava del Señor". Con ella, la Virgen, que vestía una saya blanca y un manto rojo con decoración floral, buscó la plaza de los Terceros, donde se detuvo por primera vez desde el momento de la salida.

















Tras rodear la plaza a los sones de "El Corpus" en una lenta revirá, alargó el paso hasta alcanzar la calle Bustos Tavera y se detuvo ante un balcón adornado para esta salida procesional. Después de una levantá en memoria de Manolo Santiago, padre y abuelo de los capataces, siguió con "Triunfal" hacia el antiguo Convento de la Paz, sede de la Hermandad de la Mortaja, cuyos cofrades recibieron a la Virgen de la Encarnación en su puerta.
El párroco dirigió unas palabras y el rezo del Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria antes de marcharse porque, según él mismo indicó, tenía que decir misa a las siete y media.



















La Virgen de la Encarnación se levantó "por los hermanos de la Mortaja que están en el cielo", como dijo Antonio Santiago. A continuación, la Banda de Tejera comenzó a tocar "Al Señor de la Humildad", marcha que llevó a la Virgen hasta casi la confluencia de Bustos Tavera con Doña María Coronel.
Tras una parada, el paso siguió a tambor hasta hacer un relevo de costaleros y luego continuó hacia la plaza de San Marcos con la marcha "La realeza de María".


























Desde San Marcos, la Virgen de la Encarnación se dirigió a la calle Socorro a los sones de "La Sagrada Cena" y, tras una parada que duró varios minutos, siguió primero a tambor y luego con "La Virgen de las Angustias" hasta detenerse en la esquina con Enladrillada.
























Era prácticamente de noche cuando el hijo de Antonio Santiago, Manuel Antonio Santiago Cabello, llamaba al paso llevando a su propio hijo, nacido este mismo año, en brazos. A él le dedicó una emotiva levantá tras la que la Virgen de la Encarnación buscó la calle Peñuelas con la marcha "Madre de los Gitanos Coronada", dejando atrás San Román, que durante tantos años fue la casa de la Hermandad de los Gitanos.
Más adelante hubo una chicotá a tambor seguida de otra con "Dulce Nombre de Jesús" que llevó a cruzar Bustos Tavera, por donde había pasado antes, para alcanzar Doña María Coronel. En esta calle sonaron también las marchas "Reina de Todos los Santos" y "Pasa la Virgen de la Soledad" con otra chicotá a tambor entre ellas.



























Desde Doña María Coronel, la Virgen de la Encarnación salió a la plaza de San Pedro, donde la Banda de Tejera tocó "Pasan los campanilleros". El paso, adornado con claveles y gladiolos blancos, giró a su izquierda y tomó Almirante Apodaca, donde se detuvo en dos ocasiones, aprovechando la segunda de estas paradas para realizar un relevo de costaleros. Luego, con "Hiniesta Coronada", se acercó a la Iglesia de Santa Catalina.































Poco quedaba para el regreso a los Terceros; pero antes, la Virgen de la Encarnación giró a Alhóndiga en dirección a la puerta ojival de Santa Catalina, donde iba a ser recibida por la Hermandad del Carmen y del Rosario. Sonó para ello "Esperanza Macarena", que fue tocada en dos ocasiones, aunque la segunda fue interrumpida sin ninguna razón. Y es que cuando el bombo cortó en seco la interpretación, el paso aún no se había parado y no había terminado de acercarse a la puerta del templo.
Fue luego el turno de "Virgen de los Negritos" mientras el paso continuaba su camino y se dirigía a la puerta por la que salen las cofradías de Santa Catalina, que se encontraba cerrada, pero ante ella estaban las otras dos hermandades que tienen aquí su sede, la Exaltación y Santa Lucía.















Se marchó luego la Encarnación a los sones de "María Santísima de la O" hacia la calle Capataz Manuel Santiago y la plaza de los Terceros. Aquí se detuvo antes de continuar hacia la calle Sol con una nueva interpretación de "La esclava del Señor".
Para la última chicotá, la Banda de Tejera tocó "María Santísima del Subterráneo" mientras el paso giraba para entrar en su casa, lo que hizo sin detenerse. La banda tocó el Himno pasando cuatro minutos de las diez de la noche.















Una vez dentro de Los Terceros, el paso fue llevado hasta el centro del presbiterio, ante el conjunto escultórico de la Sagrada Cena, donde quedó definitivamente detenido, cerrándose así esta salida procesional de Nuestra Señora de la Encarnación.


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