Este sábado ha comenzado en la Iglesia de San Juan de la Palma el solemne besamanos a María Santísima de la Amargura; un culto que se prolongará durante cuatro días para concluir el martes 21, día en que se cumplirán 69 años desde su Coronación Canónica, que la convirtió en la primera dolorosa con esta distinción.
La imagen ha sido colocada este año en la parte delantera del presbiterio y no al fondo, como es habitual, lo que supone un acierto al acercarla a todos los devotos durante más rato; no solamente durante el breve instante de besar su mano.
La Amargura se eleva sobre su peana de besamanos y se encuentra vestida con su manto procesional, bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1927, y la saya de la Coronación Canónica, de tisú de plata con bordados en oro. Y sobre la cabeza, luce la corona de oro de Cayetano González (1954). Por otro lado, en el pecherín tiene la cruz del Cardenal Segura y varios broches, pero en las manos no lleva nada, siendo la derecha la que ofrece a los devotos.
Llama la atención en el montaje del besamanos de este año que la Amargura aparece cobijaba bajo un pequeño palio sostenido por cuatro varales de su paso. Este pequeño palio consta de la gotera de un dosel de cultos que también tiene una crestería de gran tamaño de madera dorada con una cartela central con la cruz de San Juan.
Flanqueando a la Amargura vemos dos candelabros de plata con cinco velas blancas cada uno situados sobre sendas columnas de madera dorada, mientras que de las lámparas que portan los ángeles de los laterales del presbiterio cuelgan diversas flores de tonalidad blanca.
Detrás, un cortinaje rojo oculta el retablo mayor del templo y ante él hay un dosel de cultos. A los lados de éste se han dispuesto varios candeleros con cera blanca y dos centros florales de distintas especies sobre pies de madera dorada de base cuadrada. Y a medio camino entre la posición de la Virgen de la Amargura y la del dosel se han ubicado dos columnas de madera dorada y fuste salomónico con otros dos pequeños candelabros con cinco altas velas blancas en cada uno de ellos.
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