El año pasado se anunció a bombo y platillo la revolucionaria reorganización general de la Semana Santa, que pondría cada jornada patas arriba para mejorar los distintos aspectos negativos que se fueron arrastrando durante años, incluso décadas. El Consejo se ponía las pilas y apostaba por modificaciones sin complejos de órdenes de paso y recorridos.
Luego la cosa se quedó un poco a medio gas, porque en las jornadas que se tocaron no siempre se apostó por la mejor opción y hubo otras que apenas se tocaron aunque faltita les hace. Pero es que si ya en 2023 la revolucionaria reorganización lo fue sólo a medias, nos encontramos con que para 2024 la cosa se quedará más que descafeinada.
Ahora entraremos en detalle, pero a modo de resumen podemos decir que lo que funcionó en 2023 no se repetirá el año que viene y lo que no funcionó sí. Incluso en algunos casos se dará marcha atrás como si la cacareada reorganización del año pasado jamás hubiera existido. Lo vemos.
DOMINGO DE RAMOS
Uno de los grandes objetivos de la reorganización era evitar que las cofradías regresaran a su templo más allá de las tres de la madrugada. Por eso sorprendió que en 2023 la Estrella, que superaba habitualmente esa hora siendo séptima en carrera oficial, pasara al octavo lugar. Pues bien, en 2024 seguirá siendo octava.
Pero es que otro objetivo era que hubiera, en la medida de lo posible, alternancia a derecha e izquierda, en los itinerarios de vuelta desde la Catedral. Se pretendía así acabar, en el caso del Domingo de Ramos, con el famoso trenecito que formaban desde la plaza de la Virgen de los Reyes hasta la salida de Francos las hermandades de la Cena, la Hiniesta y San Roque. Es verdad que el trenecito se mantuvo en parte, con la Hiniesta y la Cena, aunque un tren de dos vagones es más fácil de manejar que uno de tres.
Pero resulta que hace semanas se anunció que el Domingo de Ramos de 2024 recupera el trenecito de tres vagones, que serán la Cena, San Roque y la Amargura, ya que la Paz irá antes de la cofradía de los Terceros. Un trenecito peor que el tradicional que se producía hasta 2022, dado que aquel se rompía cuando el vagón central, la Hiniesta, seguía recto hacia la plaza del Pan en lugar de subir la Cuesta del Rosario, como hacían el primero y el tercer vagón. Ahora, sin embargo, tanto la Cena como San Roque, los dos primeros vagones, subirán juntos la Cuesta del Rosario y no se separarán hasta Boteros.
El orden, por tanto, será Borriquita, Jesús Despojado, Hiniesta, Paz, Cena, San Roque, Amargura, Estrella y Amor. ¿Evitará este orden, trenecito recuperado incluido, el enorme retraso con el que finalizó el Domingo de Ramos de 2023?
LUNES SANTO
No se tocó en 2023 y tampoco se tocará en 2024. ¿Porque es un día perfecto? No. Qué va. No se va a tocar porque... porque... Bueno, que no se va a tocar. Y eso a pesar de que el tercer objetivo de la reorganización general decía que las hermandades que están más cerca de la Catedral deberían ser las últimas de cada jornada. Es decir, las Aguas en el caso del Lunes Santo. Pero no.
La Hermandad del Museo lleva años queriendo adelantar su puesto en el día; dejar de ser la novena y última, y adelantar así la entrada en su capilla, que algunos años ha superado las cuatro de la madrugada. Pero va a ser que no. ¿Sería mucho esfuerzo para las Aguas ser la última? No. ¿Supondría un gran cambio para sus hermanos? No. ¿Aliviaría en algo la situación del Museo? Pues algo. Pero no. Otro año será. De momento en 2024 será como siempre: Polígono de San Pablo, Beso de Judas, Santa Genoveva, Santa Marta, San Gonzalo, Vera-Cruz, Penas, Aguas y Museo.
MARTES SANTO
El Martes Santo se autogestiona la mar de bien. No necesita la tutela del Consejo, que visto lo visto... Tanto es así que acordaron de buen rollo el orden de 2023, y de la misma reunión salió ya el orden para 2024, que sólo se dejaría de aplicar si el orden de este último Martes Santo hubiera dado como resultado una jornada perfecta. Parece ser que no lo fue porque finalmente el orden del año que viene será diferente: Cerro, San Benito, Bofetá, Candelaria, San Esteban, Javieres, Estudiantes y Santa Cruz. ¿Y si resultara que ningún orden posible da como resultado una jornada perfecta?
MIÉRCOLES SANTO
Llegamos a una jornada peliaguda donde se ha aplicado el sinsentido común más literal. El año pasado se nos habló de un curioso sistema de puntos para evaluar los beneficios que en cada jornada supondría aplicar cada posible orden en carrera oficial.
En el caso del Miércoles Santo se nos hizo saber que el orden con mejor puntuación no se iba a aplicar por la negativa de unas cuantas cofradías. Así que se decidió aplicar otro distinto con peor puntuación y que además enfadó sobremanera a dos cofradías: el Buen Fin y el Cristo de Burgos. Era el siguiente: Carmen Doloroso, Buen Fin, Sed, San Bernardo, Lanzada, Baratillo, Panaderos, Siete Palabras y Cristo de Burgos.
Para 2024 las nueve cofradías, oh sorpresa, no se pusieron de acuerdo en cómo organizar el día. Y aquí llegó entonces el Consejo para tomar la decisión final, que no es otra que... redoble de tambor... repetir el orden de 2023.
Recapitulo por si alguien se ha perdido. El Consejo tiene en un cajón el orden con mejor puntuación de todas las opciones posibles, pero en lugar de aplicarlo tras no ponerse de acuerdo las cofradías del día, decide repetir la fórmula de 2023, que sigue sin ser la mejor ni de lejos. ¿Alguien entiende algo? ¿Para esto se diseñó el sistema de puntos?
Eso sí, para intentar contentar (sin éxito) al Buen Fin y evitarle los parones que le provocó el Baratillo y las Siete Palabras, se decide que el Baratillo dé un absurdo rodeo desde la plaza de la Magdalena, a dos pasitos de la Campana, tomando Méndez Núñez hasta la plaza Nueva, y buscando luego la Campana por Tetuán y Velázquez. ¿Prefiere el Baratillo este sinsentido antes que, teniendo en cuenta que es la que está más cerca de la Catedral, retrasar su puesto? Parece ser que sí.
En cuanto a las Siete Palabras, para no taponar al Buen Fin por la zona del Museo, renuncia a su paso por Baños, Goles y la Puerta Real, un itinerario muy acertado que era un guiño a su propia historia, y en su lugar irá a Jesús de la Vera-Cruz y al otro tramo de Baños hacia la Gavidia.
JUEVES SANTO
Hay que reconocer que el Consejo estuvo muy acertado en su orden de paso de 2023. Supuso unos cambios nada radicales que equilibraron la jornada desde el punto de vista de los horarios, reduciendo la diferencia entre un grupo de cofradías saliendo muy seguidas al principio del día y otro grupo de cofradías muy seguidas al final. Esto facilitó la movilidad de la masa que hay por el centro de Sevilla en Semana Santa, lo que redundó en una mejora de la seguridad y una ampliación del abanico de opciones para todos.
Pero, claro está, lo que funciona es aburrido. Así que las hermandades han acordado (no por unanimidad) volver al orden clásico: Negritos, Exaltación, Cigarreras, Monte-Sión, Quinta Angustia, Valle y Pasión. ¿Y qué ha dicho el Consejo? Pues que bueno, que vale, que no vamos a romper una amistad de tantos años por un tema menor como éste. Haced lo que os dé la gana.
MADRUGÁ
Todo el mundo sabe cuál es la solución de la Madrugá. Todo el mundo. El Consejo, las hermandades, los cofrades... y hasta seguro que muchos turistas también. Pero, ¿para qué vamos a solucionar nada? ¿De qué íbamos a hablar entonces en las tertulias de pescaíto o en la tumbona de la playa?
El orden en 2024 será (¿alguien lo dudaba?) el de siempre, el que lleva décadas fallando: Silencio, Gran Poder, Macarena, Calvario, Esperanza de Triana y Gitanos. Esto implica repetir el absurdo de hacer que la Esperanza de Triana se meta por Zaragoza hasta Plaza Nueva y que el Gran Poder amplíe su desvío llegando hasta el Baratillo.
Lo curioso del asunto es que el Gran Poder ha sido la hermandad que más se ha quejado de la configuración de 2023 y de su ampliado rodeo por el Arenal. A esa hermandad habría que decirle: corazón mío, la solución está en tus manos. En las tuyas y en las de la Macarena. Pero, oye, si veis mejor seguir con la romántica, pero completamente obsoleta Concordia, y mantener sine die, año tras año, la discordia general en la jornada... pues ya como queráis. Palos a gusto no duelen.
VIERNES Y SÁBADO SANTO
Son días sin complicaciones, sin horarios incómodos, sin cruces difíciles, sin agobiantes tiempos de paso... así que se quedan igual, como es lógico. Lo que funciona no se toca; lo que no funciona sí. El Viernes Santo será el de siempre: Carretería, Soledad de San Buenaventura, Cachorro, la O, San Isidoro, Montserrat y Mortaja. Y el Sábado Santo, ya sin Santo Entierro Grande, será el normal: Sol, Servitas, Trinidad, Santa Entierro y Soledad de San Lorenzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario