Este sábado finaliza en la Parroquia de Santa María Magdalena el quinario en honor al Santísimo Cristo del Calvario, al que seguirá mañana la función principal de instituto. Con motivo de la celebración de estos cultos, en el altar mayor del templo, ante el retablo mayor, se alza la imagen del crucificado de Francisco de Ocampo, acompañado por Nuestra Señora de la Presentación y San Juan Evangelista.
Unas gradas de madera dorada a diferentes niveles dan altura a este altar de quinario, en el que las tres tallas se encuentran dispuestas delante del dosel de cultos de la hermandad, con gotera de terciopelo rojo con su heráldica en el centro, y un fondo de damasco del mismo color.
La iluminación del altar está compuesta por más de ciento veinte cirios blancos colocados la inmensa mayoría de ellos en candeleros del paso de palio, aunque también los hay en blandones de madera dorada. Entre los candeleros de las primeras tandas hay un total de catorce jarras del paso de palio con claveles rojos; siete de ellas a cada lado del sagrario de la parroquia.
Completa el altar del quinario del Calvario la presencia en el presbiterio bajo de ocho altísimos blandones dorados con cirios color tiniebla, además de cuatro ciriales entre ellos y un gran centro de claveles rojos en el frontal de la mesa del altar.
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