El Santuario de María Auxiliadora de Jerez acogió el tercer domingo de Cuaresma el besamanos a Nuestro Padre Jesús de la Redención, que estrenó en este culto una túnica roja de damasco confeccionada por José Segura y donada por un grupo de hermanos y devotos.
El Señor de la Redención, que lucía unas potencias doradas, estaba en la cabecera del lado de la Epístola del templo entre pequeños candelabros de plata con velas blancas colocadas sobre columnas también de plata. Además, entre cada pareja de columnas había una jarra plateada con variadas especies florales de distintas tonalidades.
Detrás, ante un cortinaje de damasco rojo y un dosel entre pequeños espejos dorados, se encontraba María Santísima Madre de la Iglesia vestida de hebrea entre San Juan Evangelista y la nueva imagen de Santa María Magdalena bendecida el pasado mes de diciembre; obras todas de Juan Ventura.
La dolorosa tenía una media luna a sus pies y junto a las tres imágenes se situaron un total de diez candeleros con cera blanca, cuatro jarras con flores de talco y dos bandejas de plata. Por último, en el lado derecho estaba situado el estandarte corporativo.
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