La lluvia obligó el sábado a celebrar el vía crucis cuaresmal de la Hermandad de las Mercedes de la Puerta Real en el interior de su capilla, por lo que el Santo Cristo de la Redención no pudo salir a las calles ni trasladarse a la Parroquia de San Vicente para la celebración de la función en su honor.
La salida estaba prevista para las seis y media de la tarde, estando previsto un recorrido por Alfonso XII y Gravina para llegar a la plaza del Museo por Pedro del Toro, Bailén y Miguel de Carvajal. Después, alcanzaría la parroquia por la calle San Vicente y regresaría a su capilla tras la función por Alfaqueque y Antonio Salado.
Sin embargo, ante las previsiones meteorológicas, la junta de gobierno decidió rezar el vía crucis en la capilla a partir de las siete, con el Cristo que tallara Antonio Joaquín Dubé de Luque tumbado ante el cortinaje rojo que cubría el retablo, y con los músicos del Cuarteto Ariscal sentados junto a él.
El vía crucis se rezó con las puertas de la capilla abiertas, como también lo estuvieron desde bastante tiempo antes para que los devotos pudieran contemplar la imagen, que al día siguiente estuvo expuesta en besapié durante toda la jornada.
La lluvia del sábado afectó también a las hermandades de San Esteban y la Milagrosa, que realizaron sus vía crucis igualmente en el interior de sus respectivos templos, así como a la del Divino Perdón, cuyo cortejo llegó a salir a la calle, aunque posteriormente hubo que regresar a casa y concluir las estaciones bajo techo.
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