Este jueves, coincidiendo con el día de su festividad, ha regresado a la Parroquia de San Marcos el titular del templo, imagen atribuida a Juan de Mesa, tras la restauración a la que ha sido sometido durante el último año por parte de la empresa Musae Restauración de Arte.
La reposición al culto ha coincidido con una Eucaristía presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, quien a su término ha bendecido la talla, que ha vuelto con un renovadísimo aspecto a la cabecera de la nave del Evangelio de la histórica parroquia.
La propia empresa Musae ha dado a conocer, en una labor divulgativa digna de elogio, todos los detalles de esta restauración. Así, ha explicado lo siguiente:
"Durante prácticamente el año que la obra ha permanecido en nuestro taller, se han llevado a cabo profundos estudios en varios campos, además del desarrollo de los procesos de restauración, los cuales han dependido escrupulosamente de los resultados de los mismos. Mediante el reconocimiento organoléptico, la recopilación de datos y estudios, la extracción de muestras para realizar análisis completos de los distintos estratos, así como observaciones realizadas gracias a la aplicación de los medios y técnicas analíticas necesarias, se han obtenido datos precisos para determinar los agentes de deterioro y un diagnóstico riguroso de conservación general de la obra.
Para ello, se ha contado con un equipo multidisciplinar compuesto por diferentes expertos, como el historiador del arte Ramsés Torres, químicos y biólogos pertenecientes al Servicio de Diagnóstico y Caracterización de Materiales para la Conservación del Patrimonio Histórico de la Universidad Pablo de Olavide, el equipo técnico de radiología Axati, Enrique Gonzálvez en fases de carpintería y las conservadoras-restauradoras Ana Cordero y Esther Soler.
Gracias al trabajo conjunto de estos profesionales, se desarrolló una metodología que permitiera la recuperación de la imagen de San Marcos lo más cercana posible a la idea original del autor, a pesar del evidente mal estado de conservación que presentaba.
La obra es una escultura atribuida con fundamento a Juan de Mesa y Velasco, del primer tercio del siglo XVII, cuya advocación primitiva estaba consagrada a San Juan Evangelista. Posee fuerza dramática y garra expresiva, con un detallado tratamiento anatómico, naturalista, y una policromía muy cuidada, con elaborado estofado. En 1938 se solicita su traslado a la Parroquia de San Marcos procedente de la iglesia del exconvento de Nuestra Señora de la Paz. Al haber perdido el águila, atributo iconográfico de San Juan Evangelista, podía ser venerado como San Marcos, convirtiéndose en titular de la parroquia homónima hasta nuestros días. Se pueden observar similitudes con el San Juan Evangelista del templo de Santa María de Estepa.
La restauración de la obra ha permitido eliminar toda la suciedad acumulada y la retirada de sucesivos estratos de repolicromías en las zonas de los ropajes, revelando fragmentos de ricas ornamentaciones realizadas al estofado. Asimismo, se han saneado las múltiples grietas y aberturas del soporte, extrayendo además un importante número de clavos oxidados originales, que por razones del mal estado en el que se encontraban éstos y el soporte, no pudieron ser repuestos para poder mantener una correcta estabilidad estructural".
La reposición al culto de la imagen de San Marcos se completará con una conferencia en la que se detallará todo el proceso y que contará con la participación del historiador del arte Ramsés Torres y de las conservadoras-restauradoras Esther Soler y Ana Cordero.
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