Tras el Sábado Santo al que nos trasladó la Virgen del Patrocinio, viajamos al Lunes Santo con Nuestra Señora de la Candelaria, que era la siguiente en pasar por esta zona en la que a la Virgen de la Confortación, que seguía esperando su momento en la Alameda Cristina, se acababa de unir la del Traspaso, de la Hermandad del Nazareno. El retraso aumentaba en el desarrollo de esta procesión Magna.
Como hasta hace ya unos cuantos años, cuando en Semana Santa buscaba el inicio de una carrera oficial más corta que la actual, recorrió completa la Porvera en dirección a la Puerta de Sevilla, sonando la marcha "Coronación de la Macarena" hacia el final. En este caso, era la Banda de Música Villa de Osuna la que acompañaba con sus sones a la Candelaria, cuya hermandad se vio obligaba a cambiar de banda para la Magna por la modificación de la fecha motivada por la lluvia del día 12.
La Reina de la barriada de La Plata giró luego hacia Rafael Rivero mientras sonaba la composición "Concha", marchándose hacia Tornería con su palio adornado por diversas especies florales de tonalidades muy diferentes, dando lugar a un conjunto bastante conseguido. Además, lucía un broche perteneciente a la Virgen de la Piedad de San Fernando, con cuya cofradía está hermanada la Candelaria jerezana.
El regreso a su Parroquia de Santa Ana se vio retrasado conforme a lo previsto, como fue la tónica general en esta jornada. Así, aunque tenía que haber estado de vuelta en el templo a las diez de la noche, finalmente lo hizo sobre las once y veinte, arropada por hermanos y devotos de la dolorosa, la Virgen niña de la Plata, que el jerezano Manuel Prieto Fernández talló entre los años 1958 y 1959.
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