EL PLAN B

Está visto que las hermandades no pueden ponerse de acuerdo entre ellas para dar solución a los problemas de horarios e itinerarios de las diferentes jornadas de la Semana Santa, lo que obliga a cada corporación a tomar decisiones individuales sin contar con nadie. Lo hemos visto en el Martes Santo, donde la existencia de dos comisionados sirve de excusa para no hacer nada, razón por la que Santa Cruz ha optado por un revolucionario cambio de itinerario que ya veremos qué tal sale. Pero también lo vimos en el Jueves Santo, donde para una vez que se hace algo, con aquel acuerdo entre la Exaltación y Monte-Sión, llegan los hermanos de esta última y dan al traste con el experimento antes incluso de haber podido llevarlo a la práctica.
Así pues, al igual que Santa Cruz, la corporación de la calle Feria ha tenido que recurrir a un plan B que no implica a nadie más que a ella misma. De esta forma, la Hermandad de Monte-Sión intentará aligerar el ritmo de la cofradía en la calle retrasando su salida en media hora (saldrá a las 17,45 horas) y dando a la vuelta el mismo rodeo que otras corporaciones como el Beso de Judas, la Sed o la Exaltación para alcanzar la Cuesta del Rosario, sin recorrer la calle Francos entera, sino tomando por Chapineros y Álvarez Quintero hasta la Plaza del Salvador.
Lo que se pretende es por un lado andar más deprisa de camino a la Campana, y por otro evitar el acostumbrado parón de la cruz de guía en la salida de Francos mientras espera a que termine de pasar por delante la Hermandad de la Exaltación, que ya tiene que ralentizar su paso por la salida de Pasión. Todo esto se solucionaba con el acuerdo que la lluvia del año pasado impidió experimentar en la calle, y que después impidieron los hermanos en aquel cabildo. Si el próximo Jueves Santo reluce de verdad más que el sol, comprobaremos cuál es el resultado de este plan B de Monte-Sión.