jueves, 30 de junio de 2016
LOS HERMANOS DEL BARATILLO SE DESPIDIERON DE LA VIRGEN DE LA PIEDAD
La Hermandad del Baratillo celebró en la tarde de ayer una misa de hermandad muy especial, dado que sirvió de despedida a la imagen de Nuestra Señora de la Piedad, que va a ser restaurada durante los próximos meses por Juan Manuel Miñarro.
Con este motivo, la Piedad, con el Cristo de la Misericordia en sus brazos, fue situada en el presbiterio de la capilla para estar más cerca de sus devotos, que no podrán reencontrarse con ella en principio hasta después del verano.
Juan Manuel Miñarro, quien ya restauró en los años 90 a la Virgen de la Caridad y en 2012 al Cristo de la Misericordia, llevará a cabo diferentes actuaciones, principalmente de limpieza de la policromía, que presenta acumulación de suciedad y repintes, así como la sustitución del sistema de articulaciones.
En el momento de la despedida antes de la restauración, la dolorosa que tallara José Rodríguez Fernández-Andes en 1945 vestía manto azul liso con saya de color burdeos con bordados en oro, la diadema de salida y un puñal como única joya en su pecherín.
El conjunto escultórico de la Piedad, elevado sobre la peana de besamanos, estaba flanqueado por seis candeleros con cirios blancos y claveles rojos tanto a los lados como a los pies. Detrás, en el camarín que durante los próximos meses estará ocupado en solitario por el Cristo de la Misericordia, estaba la cruz de guía de la hermandad y, delante de ésta, seis blandones dorados con cera también blanca.
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