sábado, 16 de diciembre de 2017
LA VIRGEN DE LORETO, EN BESAMANOS EN EL PRESBITERIO ALTO DE SAN ISIDORO
La Hermandad de San Isidoro celebra durante este fin de semana el besamanos anual a Nuestra Señora de Loreto, aunque al contrario de lo que es habitual, no tiene lugar en la capilla de la corporación, sino en el presbiterio alto de la parroquia, coincidiendo con el tercer centenario de la imagen.
La dolorosa se encuentra elevada sobre la peana plateada de la hermandad, vestida con su manto procesional, de Amalia y Pilar Granado (1930), saya de tisú de Manuel Solano (2008), cotilla bordada en oro sobre malla, fajín militar rojo de cuatro entorchados y borlones dorados, donado en 2011 por el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, José Jiménez Ruiz, y la corona de salida, de Manuel Seco (1950).
En el pecherín luce únicamente un puñal, mientras que en la cintura, además de una insignia del Ejército del Aire, tiene una medalla de la Virgen de los Reyes de 1935. En cuanto a las manos, es la derecha la que ofrece a los devotos, mientras que en la izquierda sujeta el pequeño avión de oro de 1926 que reproduce el Plus Ultra, la aeronave en la que Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, Juan Manuel Durán y Pablo Rada cruzaron el Atlántico desde Palos de la Frontera hasta Buenos Aires.
Flanqueando a la Virgen de Loreto vemos dos antiguos candelabros de plata con cinco velas blancas cada uno colocados sobre sendos pies de base cuadrada forrados en terciopelo burdeos con galones dorados y el emblema de la hermandad. Y junto a los candelabros, se sitúan dos jarras de su paso de palio con rosas blancas sobre pies similares a los anteriores, aunque de menor altura.
Al fondo, el retablo mayor de la Parroquia de San Isidoro está oculto por un cortinaje de damasco rojo ante el que se encuentra el dosel de cultos de la hermandad, presidido por un estandarte con el anagrama mariano y un gran centro de rosas debajo, colocado sobre una mesa de altar de plata.
Finalmente, a los lados del dosel vemos otras dos jarras del paso de palio entre dos blandones dorados con altos cirios blancos, y junto al presbiterio se encuentra el estandarte corporativo.
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